MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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Navalni, que purga en una colonia penitenciaria una condena por fraude, ya pasó tres días aislado la semana pasada, supuestamente por la falta de un botón en su uniforme, y ahora ha recibido un nuevo castigo.
Así lo ha contado él mismo en Twitter, con unos mensajes en los que ha explicado que las autoridades han justificado la última medida porque "durante tres segundos" anduvo sin llevar las manos en la espalda como dicta la normativa interna.
"A este ritmo, (la celda de castigo) se convertirá en mi lugar permanente de residencia", ha ironizado Navalni, quien ha apuntado que "hasta para los estándares de una prisión" rusa el castigo que ahora cumple es "demasiado".
El dirigente opositor, una figura clave de la disidencia frente al Kremlin, permanece detenido desde que regresó a Moscú en enero de 2021. Volvía procedente de Berlín, donde se recuperó de un grave envenenamiento del que precisamente la semana pasada se cumplieron dos años.