BUENOS AIRES (AP) — La vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner arremetió el martes contra los fiscales que pidieron una condena a 12 años de prisión al afirmar que no han probado “nada de lo que dijeron” durante el juicio en el que la acusan de corrupción.
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Fernández de Kirchner dijo en una presentación transmitida desde su despacho en el Senado que las acusaciones en su contra "son al revés de lo que decían y lo vimos a partir de testigos citados" por los propios fiscales en un juicio al que calificó de “ficción”.
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Diego Luciani, uno de los acusadores oficiales del juicio a la vicepresidenta, pidió la víspera una condena a 12 años de prisión y su inhabilitación para ejercer cargos públicos tras acusarla de adjudicar de forma irregular durante su mandato (2007-2015) unas 51 obras al empresario Lázaro Báez y haber generado con ello una defraudación al Estado de unos 1.000 millones de dólares.
La vicepresidenta dijo que el juicio está basado “en un guion bastante malo además de falso” y cuestionó la “construcción de sobreprecios, rutas no hechas, rutas inexistentes” mencionadas por los fiscales para sostener su pedido de condena.
Fernández de Kirchner llegó al Congreso entre el apoyo de cientos de manifestantes que la recibieron con cánticos.
Al pedir la pena para la también exmandataria y su inhabilitación para ejercer cargos públicos, Luciani dijo que “estamos ante la mayor maniobra de corrupción que se haya conocido en el país”.
La presidenta se defendió de las imputaciones desde su despacho en la cámara alta -que preside- luego de que el tribunal que la juzga desde hace tres años rechazara la víspera la posibilidad de que ampliara su defensa.
La exmandataria niega los cargos y dijo que el tribunal ya tiene “escrita y hasta firmada” la sentencia en su contra.
Este es el primer pedido de condena contra la expresidenta en la docena de causas judiciales por diversos delitos de las que es objeto, algunas de las cuales fueron cerradas y otras continúan bajo investigación.