HAMBURGO, 19 (DPA/EP)
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El canciller alemán, Olaf Scholz, ha negado este viernes ante un comité del Parlamento estatal de Hamburgo toda implicación en la trama de fraude fiscal Cum-Ex, en la que están implicados varios agentes de bolsa europeos.
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Estos agentes se aprovechaban de un agujero legal que les permitía recibir devoluciones fiscales por impuestos que no habían pagado. En lo que a Scholz corresponde, el comité investiga si el canciller o bien otros altos responsables de su partido Socialdemócrata usaron su influencia para eximir al banco Warburg Bank de pagar 47 millones de euros en impuestos.
"No ejercí ninguna influencia en el procedimiento fiscal sobre Warburg, ni existe el más mínimo indicio de que estuviera de acuerdo con nada de lo que se estaba haciendo", ha declarado Scholz en su nueva comparecencia.
Scholz ya había negado previamente todos los cargos sobre un caso que se remonta a sus tiempos al frente de la Alcaldía de Hamburgo, cuando protagonizó tres encuentros con los propietarios del banco, Max Warburg y Christian Olearius, en 2016 y 2017.
Scholz admitió su presencia en estas reuniones durante su primera comparecencia, pero aseguró que no recordaba el contenido de las conversaciones.
Olearius, en su testimonio, declaró que Scholz había enviado una carta al entonces ministro de Finanzas del estado, Peter Tschentscher, en la que declaraba como "injustificada" la recogida de estos impuestos. Poco después, las autoridades fiscales del estado retiraron la demanda por la que exigían al banco el pago de estos 47 millones al entender que el caso había prescrito.
El banco, uno de los pilares económicos de la segunda ciudad más grande de Alemania, finalmente pagó los impuestos en juego tras la intervención del Ministerio de Finanzas federal.
Tschentscher, ahora alcalde de Hamburgo, confirmó que había remitido la carta de Scholz, pero describió estas acusaciones como "carentes de fundamento", mientras la oposición ha criticado al canciller por su falta de transparencia.
"Scholz ya ha admitido tres conversaciones, cuando antes había asegurado que participó solo en una", ha lamentado el líder democristiano Friedrich Merz al diario 'Handelsblatt'. Para el líder de La Izquierda, Dietmar Barsch, este caso arroja "una nube de desconfianza sobre el canciller".
Sin embargo, el jefe del Ejecutivo alemán recibió el firme respaldo del ministro de Finanzas, el liberal Christian Linder, que manifestó al periódico 'Rheinische Post' su "absoluta confianza" en el canciller.