MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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En concreto, la CNMV aplica desde el 30 de mayo una política de teletrabajo voluntario de dos días a la semana para todos sus empleados en general, si bien la organización corresponde a cada departamento a fin de asegurar las necesidades del servicio.
El supervisor también indica que esta política cubre ciertos elementos para facilitar las conexiones cuando se trabaje en remoto. Prueba de ello es una licitación que tiene abierta actualmente para adquirir 500 replicadores de puertos por un presupuesto base de licitación de 23.359 euros (IVA incluido).
En 2020, al igual que gran parte de las empresas y organismos en España, la CNMV ajustó su política de trabajo para poder facilitar la modalidad en remoto a sus empleados con el objetivo de cumplir con los confinamientos mientras se mantenía la actividad.
Sin embargo, la CNMV señala que, con anterioridad a la pandemia de Covid-19, ya se había decidido el cambio de modelo de un sistema presencial a uno de teletrabajo, una modificación que estaba pendiente de aprobación formal y que iba a ser probado en el primer semestre de 2020.
Posteriormente, en 2021, el supervisor utilizaría la experiencia del teletrabajo durante la pandemia para adaptar y reforzar la política de trabajo, que ha sido acordada por el comité de empresa, según se recoge en los distintos informes de actividad elaborados por la institución.
Por su parte, el Banco de España también ha diseñado una política de trabajo en remoto de hasta dos días a la semana, si bien comenzará a aplicarla a partir de octubre.
En declaraciones a Europa Press, este supervisor indica que en septiembre se abrirá el proceso de recepción de las solicitudes por parte de los empleados que estén interesados en seguir esta política.
De esta forma, los supervisores se unen a algunos de sus grandes supervisados, que ya han adaptado y regulado sus políticas de teletrabajo, como BBVA, Bankinter o Sabadell.
A finales de marzo, el banco presidido por Carlos Torres informaba de la implantación definitiva de un modelo híbrido de trabajo presencial y en remoto, una medida que implica que los empleados puedan teletrabajar hasta el 40% de su tiempo "siempre que sea posible en función de la naturaleza del puesto" y que beneficiaba a cerca de 12.000 empleados, mientras que Bankinter permite a sus empleados de servicios centrales trabajar a distancia un día a la semana.
Por su parte, Banco Sabadell cuenta con una política que permite teletrabajar a los trabajadores de servicios centrales un máximo del 30% del horario laboral y 6 días al mes, al tiempo que Santander ha mantenido su modelo 'flexiworking' de trabajo, que ya aplicaba antes de la pandemia, y que permite a los empleados de los servicios centrales trabajar en remoto hasta 16 días al trimestre, si bien el número de días puede ser mayor en función de la situación de cada trabajador.