TEHERÁN (AP) — Los iraníes reaccionaron el sábado con elogios y preocupación tras el atentado contra el novelista Salman Rushdie, quien hace décadas fue blanco de una fetua: un edicto impartido por el ayatolá Rujolá Jomeini para pedir la ejecución del escritor y sus editores tras considerar que su libro “Los versos satánicos” era blasfemo contra el islam.
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No está claro por qué el atacante de Rushdie, identificado por la policía como Hadi Mattar, un residente de Fairview, Nueva Jersey, apuñaló al autor cuando se preparaba para hablar en un evento el viernes en el oeste de Nueva York. El gobierno teocrático de Irán y sus medios de comunicación estatales no han hablado de algún motivo detrás del ataque.
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Pero en Teherán, algunas personas dispuestas a hablar con The Associated Press elogiaron el ataque contra el escritor, alegando que empañó la fe islámica con su libro de 1988 “Los versos satánicos”. En las calles de la capital de Irán, aún se observan imágenes del difunto ayatolá Jomeini.
“No conozco a Salman Rushdie, pero me complace saber que fue atacado porque insultó al islam”, expresó Reza Amiri, un repartidor de 27 años. “Este es el destino de cualquiera que insulte las santidades”.
Otros, sin embargo, expresaron su preocupación en voz alta de que Irán podría aislarse aún más del mundo a medida que las tensiones siguen siendo altas por su desbaratado acuerdo nuclear con las potencias internacionales.
“Siento que quienes lo hicieron están tratando de aislar a Irán”, comentó Mahshid Barati, un profesor de Geografía de 39 años. “Esto afectará negativamente las relaciones con muchos, incluso con Rusia y China”.
Jomeini, quien sufría problemas de salud en el último año de su vida después de que la guerra entre Irán e Irak de la década de 1980 diezmara la economía del país, emitió la fetua sobre Rushdie en 1989. El edicto islámico se produjo en medio de un violento alboroto en el mundo musulmán por la novela, que algunos vieron como una blasfemia al hacer sugerencias sobre la vida del profeta Mahoma.
El sábado, los titulares de primera plana ofrecieron sus propias opiniones sobre el ataque. El artículo principal del diario Vatan-e Emrouz, de línea dura, lo tituló: “Cuchillo en el cuello de Salman Rushdie”. El titular del periódico reformista Etemad preguntó: “¿Salman Rushdie en el barrio de la muerte?”.
Pero la 15ta Fundación Khordad, que llegó a ofrecer una recompensa de más de 3 millones de dólares por Rushdie, permaneció en silencio. Sus empleados se negaron a hablar con la AP y remitieron las preguntas a un funcionario que no estaba en la oficina.
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Gambrell reportó desde Dubái, Emiratos Árabes Unidos. El periodista de The Associated Press Mehdi Fattahi en Teherán, Irán, contribuyó para este despacho