MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
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Además de los fallecidos, al menos otras 27 personas resultaron heridas en la capital, Hargeisa, después de que los dos principales partidos de oposición, el Partido Justicia y Bienestar (UCID) y Wadani, pidieran al presidente, Muse Bihi Abdi, que no retrasara las elecciones presidenciales previstas para el 1 de noviembre y que arreglara un conflictivo sistema para el registro de candidatos.
La república, en realidad considerada como una región semiautónoma de Somalia, no goza del reconocimiento formal de ningún país del mundo, como tampoco de Naciones Unidas, pero mantiene excelentes relaciones con varios países vecinos, en especial Etiopía, y se le considera como uno de los lugares más estables, de puertas hacia adentro, del Cuerno de África.
Por ello, el presidente somalí ha pedido al gobierno de Bihi y a la oposición de Somalilandia que "encuentren una solución a las luchas internas entre las dos partes y acuerden una forma de poner fin al estancamiento a través del diálogo", según recoge el portal de noticias Goobjoog.
El mandatario ha avisado de que el problema provocado por la violencia en Hargeisa no solo afectará Somalilandia, sino también a la región entera.
Durante una rueda de prensa posterior a los incidentes del jueves, los agentes de policía de Somalilandia reconocieron que abrieron fuego tras denunciar que algunos manifestantes estaban armados con cuchillos y se negaron a seguir las instrucciones, lo que les hizo temer por sus vidas.