PARÍS (AP) — Los bomberos batallaban el miércoles contra un incendio forestal en el suroeste de Francia, en una región conocida por sus pinares y que ya había sido azotada por las llamas el mes pasado.
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El fuego forzó el traslado de unas 6.000 personas y destruyó al menos 16 casas. Las autoridades cerraron una importante carretera cerca de la ciudad de Burdeos el miércoles por la tarde debido a la cercanía de las llamas.
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Fotos provistas por los bomberos mostraron llamaradas sobre los pinos que provocaron nubes de humo oscuro elevándose por encima del bosque.
Más de 60 kilómetros cuadrados (23 millas cuadradas) han ardido en la región de Gironda y la vecina Landas en el incendio forestal más reciente que estalla en un país europeo, cuando el continente sufre un verano seco y sumamente caliente.
El ministro del Interior, Gerald Darmanin, anunció el envío de más bomberos al sitio en un intento por contener el incendio. En total, más de 1.000 bomberos, nueve aviones y dos helicópteros han sido movilizados, precisó.
La región de Gironda fue azotada en julio por incendios voraces que obligaron a evacuar a más de 39.000 personas, entre residentes y turistas.
Francia está inmersa esta semana en su cuarta ola de calor del año y el país enfrenta la que el gobierno dijo que es su peor sequía de la que se tenga memoria. Se espera que las temperaturas en el sur del país lleguen a los 40 grados centígrados (104 Fahrenheit).