MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
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La organización ha calificado en un comunicado la acusación de Kara Murza como una amenaza para que el público ruso no participe en la disidencia, después de que este haya sido inculpado por presuntamente haber difundido noticias falsas sobre las Fuerzas Armadas rusas y por su crítica pública a la invasión rusa de Ucrania.
"Ahora es un patrón para el Kremlin enviar a sus críticos tras las rejas por falsos cargos y luego continuar agregando nuevos cargos falsos en su contra para mantenerlos allí", ha asegurado el director para Europa y Asia Central de HRW Hugh Williamson.
"El nuevo cargo contra Kara Murza es un intento descarado de infundir más miedo entre los rusos y la sociedad civil, con tal de disuadirlos de movilizarse contra el Kremlin y su guerra contra Ucrania", ha agregado Williamson.
La detención y enjuiciamiento de Kara Murza es parte de "los esfuerzos acelerados" de las autoridades rusas para castigar y silenciar a todos los disidentes, ha asegurado la ONG.
En abril, la Policía detuvo al político opositor por motivos administrativos cerca de su casa en Moscú, alegando falsamente que había desobedecido las órdenes policiales. Mientras estuvo detenido, las autoridades presentaron cargos penales por difundir "información deliberadamente falsa" sobre el Ejército ruso por un discurso que pronunció ante la Cámara de Representantes de Arizona en Estados Unidos en marzo.
Durante su discurso, dijo que "todo el mundo ve lo que el régimen de Putin está haciendo en Ucrania: las bombas de racimo en zonas residenciales, los bombardeos en salas de maternidad y hospitales y escuelas", refiriéndose a estos actos como crímenes de guerra.
La acusación afirma que el discurso de Kara Murza estuvo guiado por el "odio político" contra las autoridades rusas, una circunstancia agravante, por lo que ahora se enfrenta hasta 10 años de prisión por estos cargos.
Según las represivas leyes rusas sobre "indeseables", la oficina del fiscal puede designar como "indeseable" a cualquier organización extranjera o internacional que supuestamente socave la seguridad, la defensa o el orden constitucional de Rusia.
Más de 60 organizaciones han sido incluidas en la lista negra como "indeseables", según HRW, que ha advertido de que las autoridades rusas continúan ampliando la ley para aumentar el alcance de las personas que pueden ser designadas como "indeseables".
En lo que va de 2022, los tribunales rusos han condenado a dos activistas a varios años de prisión por cargos "indeseables".
Kara Murza había sido vicepresidente de la Fundación Rusia Libre y coordinador del movimiento cívico Rusia Abierta, ambos designados como "indeseables" por las autoridades rusas. Renunció a su puesto en Fundación Rusia Libre en 2019 y Rusia Abierta cerró en mayo de 2021.
El abogado del político, Vadim Prokhorov, ha detallado a Human Rights Watch que cree que las autoridades han formulado estos cargos falsos contra Kara Murza "para demostrar que pueden hacer lo que quieran".
Kara Murza ha criticado abiertamente al Kremlin durante años y era amigo cercano del asesinado político opositor ruso Boris Nemtsov. Sobrevivió a dos envenenamientos casi fatales, en 2015 y 2017, de los cuales los periodistas de investigación de 'Bellingcat' informaron que probablemente habrían sido orquestados por el Servicio Federal de Seguridad Ruso (FSB).
"Los cargos falsos contra Kara Murza tienen una motivación puramente política, y debe ser puesto en libertad de inmediato y sin condiciones, al igual que muchos otros rusos procesados por escandalosos cargos de 'noticias falsas', 'indeseables' y similares", ha instado Williamson.
"Las autoridades rusas deben dejar de abusar y manipular el sistema de justicia en sus esfuerzos desesperados por acabar con la disidencia y la oposición", ha agregado.