MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
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El organismo ha acusado al exministro de ser sospechoso de traición en base al artículo del Código Penal ucraniano que contempla "conspiración previa de un grupo de personas". De acuerdo con la Oficina de Investigaciones, Yezhel firmó un acuerdo que facilitó la presencia rusa frente a las costas ucranianas bajo el pretexto de recibir un descuento para el suministro de gas.
Yezhel se une así a quienes entonces fueran presidente y primer ministro, Viktor Yanukovich y Mikola Azárov, respectivamente. Ambos están siendo buscados por las autoridades y ya se les ha declarado bajo sospecha por traición.
Según ha explicado el organismo en un comunicado, Yezhel en su día se desempeñó como comandante en jefe de las Fuerzas Navales, con lo que entendía y conocía "los riesgos de la presencia continua de la flota rusa en el territorio de Ucrania". Pese a esto, estuvo de acuerdo con la firma del llamado 'Pacto de Járkov', que permitían la presencia naval rusa desde 2010.
La Oficina de Investigaciones ha añadido que los Acuerdos de Járkov fueron rubricados por el ministro de Defensa sin siquiera haber acudido a la reunión del Gabinete ministerial en la que se abordaron las polémicas o desacuerdos respecto al pacto.
De este modo, Yezhel habría facilitado la extensión de la estancia de la flota rusa en aguas del mar Negro por otros 25 años, aumentando así la vigilancia militar rusa sobre Ucrania y la modernización y reemplazo de las embarcaciones frente a las costas del país, en vez de haber optado por la expulsión, o al menos reducción, de la presencia naval rusa.
Las autoridades de Ucrania emitieron a finales de julio una orden de busca y captura contra dos exministros de la Administración de Yanukovich por participar en los preparativos que llevaron a la firma en 2010 del 'Pacto de Járkov', que extendió el alquiler a Rusia de las instalaciones navales de la península de Crimea.
Yanukovich, quien presidió Ucrania entre 2010 y 2014 y cuya salida estuvo relacionada con las revueltas del Euromaidán --unas protestas que para Rusia derivaron en un golpe de Estado--, ya fue condenado en 2019 a trece años de cárcel por traición y espionaje tras ser hallado culpable de permitir que Moscú lanzara una "guerra" contra Ucrania en 2014 al reclamar al presidente ruso, Vladimir Putin, que enviara tropas al país para permitirle recuperar el poder tras las protestas contra su mandato.