BEIJING (AP) — China dijo el domingo que llevó a cabo su cuarto día consecutivo de ejercicios militares en aire y mar alrededor de Taiwán a raíz de la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi a la isla autónoma, a pesar de los llamados internacionales para calmar las tensiones.
PUBLICIDAD
El Ejército Popular de Liberación indicó que los ejercicios se centraron en probar sus ataques aéreos y terrestres de largo alcance. No dijo si continuaría los ejercicios después del domingo.
PUBLICIDAD
Taiwán informó que seguía detectando varios lotes de aviones, barcos y drones chinos que operaban alrededor del Estrecho de Taiwán, que separa la isla del territorio continental, y “simulaban ataques en la isla de Taiwán y nuestros barcos en el mar”.
Mientras tanto, la agencia oficial de noticias de Taiwán informó que el ejército realizará ejercicios de artillería con fuego real en el sur del condado de Pingtung el martes y jueves, en respuesta a los ejercicios chinos.
Los ejercicios taiwaneses incluirán francotiradores, vehículos de combate, vehículos blindados y helicópteros de ataque, según el informe, que cita una fuente anónima.
China anunció los ejercicios inmediatamente después del viaje de Pelosi a Taipéi el martes y miércoles que enfureció a Beijing, que lo vio como una violación de la política de “una sola China”. China dice que Taiwán forma parte de su territorio y ha amenazado con anexionarlo por la fuerza si es necesario. Las dos partes se separaron en 1949 después de una guerra civil, pero Beijing considera que las visitas a Taiwán de funcionarios extranjeros reconocen su soberanía.
El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán enfatizó que su ejército estaba vigilando la situación y había enviado aviones y barcos para responder en consecuencia.
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, ha pedido a la comunidad internacional que “apoye al Taiwán democrático” y “detenga cualquier escalada de la situación de seguridad regional”.
Estados Unidos dice que está comprometido con la política de “una sola China” que reconoce a Beijing como el gobierno legítimo, pero permite relaciones informales y vínculos de defensa con Taipéi.