MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
En su escrito, AI criticaba a las Fuerzas Armadas ucranianas por "establecer bases y operar sistemas de armas en zonas habitadas por civiles", incluyendo instalaciones educativas y sanitarias, con el objetivo de repeler la ofensiva rusa.
Esta acusación fue rápidamente respondida por las autoridades ucranianas, que desmintieron cometer este tipo de actuaciones y criticaron a la ONG por intentar equiparar los ataques de Rusia con sus operaciones de defensa. Sin embargo, AI se ha reafirmado este viernes en sus palabras.
"Las autoridades ucranianas han negado estas denuncias, pero Amnistía Internacional cuenta con testimonios directos que avalan su investigación y un trabajo de campo que ha estado fuera de duda desde el inicio del conflicto", ha señalado en un comunicado la delegación del organismo para España.
En esta línea, AI ha añadido que "otras fuentes", como el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, o la ONG Human Rights Watch, han publicado "conclusiones similares" respecto a las operaciones de Ucrania en el marco de la guerra.
El organismo ha reiterado que el derecho internacional humanitario exige evitar por completo emplazar objetivos militares dentro de zonas pobladas o en sus aledaños, recordando de nuevo a Kiev que "estar en una posición defensiva no exime a las Fuerzas Armadas ucranianas de respetar el derecho internacional humanitario".
Este tipo de afirmaciones ya se encontraban en el informe publicado por la ONG, si bien ahora, tras las acusaciones de equidistancia respecto al conflicto, AI ha incidido en que estas prácticas de Ucrania "no justifica en modo alguno los ataques indiscriminados rusos".
"A pesar de las críticas, Amnistía Internacional seguirá trabajando para denunciar las violaciones de Derechos Humanos que se comentan en este conflicto, las cometa quien las cometa", ha zanjado la organización, que en su publicación ha criticado duramente las operaciones rusas contra población civil.
KIEV CRITICA EL INFORME DE AI
Tras la publicación del primer informe, altos funcionarios ucranianos como el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, la vice primera ministra Irina Vereshchuk o el propio presidente, Volodimir Zelenski, salieron al paso para acusar a Amnistía Internacional de equidistancia e incluso señalarla por "intentar justificar" los ataques rusos.
Zelenski recalcó que no existe ninguna condición bajo la cual se pueda justificar un ataque ruso a Ucrania, y aseguró que "no se puede tolerar" que una organización realice un informe equiparando "a la víctima con el agresor".
En la misma línea, Kuleba acusó a la ONG de intentar crear un "falso equilibrio" entre Rusia y Ucrania en vez de tratar de "encontrar y transmitir la verdad al mundo" sobre lo que ocurre en Europa del Este.
Vereshchuk tildó el informe de "falta de respeto a las Fuerzas Armadas" del país y evaluó la declaración de Amnistía Internacional como "absurda e insultante"
En respuesta a la polémica suscitada también en redes sociales, la secretaria general de AI, Agnès Callamard, acusó a "'mobs' y 'trolls'" de Internet de estar "atacando las investigaciones" del organismo.
"Esto se llama propaganda de guerra, desinformación y mal-información. Esto no mellará nuestra imparcialidad y no cambiará los hechos", manifestó Callamard en su perfil de la red social Twitter.
Por su parte, la oficina ucraniana de AI se desmarcó de la redacción del informe y defendió que la ONG investiga y documenta todos los crímenes de guerra, independientemente de qué parte del conflicto esté involucrada.
Bien es cierto que la delegación ucraniana resaltó la importancia de distinguir entre crímenes de guerra y violaciones del Derecho Humanitario, y confirmó que "no hay registro de ningún crimen de guerra cometido por el Ejército ucraniano".