NACIONES UNIDAS (AP) — El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, criticó el miércoles la “avaricia grotesca” de las compañías petroleras y gaseras por las ganancias récord que han conseguido durante la crisis energética a expensas de los más pobres del mundo, “al tiempo que destruyen nuestro único hogar”.
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Guterres señaló que era “inmoral” que las ganancias combinadas de las principales compañías energéticas fueran cercanas a los 100.000 millones de dólares en el primer trimestre del año.
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Hizo un llamado a todos los gobiernos para que graven estas ganancias excesivas “y usen los fondos para apoyar a las personas más vulnerables en estos tiempos difíciles”.
Guterres pidió a las personas de todo el mundo que envíen un mensaje a la industria de los combustibles fósiles y a quienes la financian de que “esta avaricia grotesca está castigando a las personas más pobres y vulnerables, al tiempo que destruye nuestro único hogar”.
Las palabras de Guterres fueron expresadas durante una conferencia de prensa en la que anunció el lanzamiento de un reporte del Grupo de Respuesta a Crisis Globales que creó para combatir la combinación de las crisis alimenticia, energética y financiera, la cual ha afectado en particular a las naciones que intentan recuperarse de la pandemia de COVID-19 y lidiar con el devastador impacto de la guerra en Ucrania.
El grupo ya presentó recomendaciones en cuestión alimentaria y financiera, y Guterres señaló que cree que “estamos logrando cierto progreso” en esas áreas, en especial en cuanto a alimentos.
El reporte dado a conocer el miércoles se enfoca en la crisis energética, y el secretario general dijo que su objetivo es lograr un equivalente al acuerdo de cereales que propuso originalmente a los presidentes de Rusia y Ucrania para permitir el envío de granos ucranianos desde los puertos bloqueados por Rusia en el Mar Negro hacia los mercados mundiales con una necesidad urgente de alimento. El primer buque que partió de Ucrania se dirigía el miércoles a Líbano después de una inspección de tres horas en costas turcas.
Otra recomendación clave del grupo insta a los países desarrollados en particular a conservar energía y promover el uso de transporte público “y soluciones basadas en la naturaleza”.
Guterres dijo que las nuevas tecnologías, incluyendo el almacenamiento de baterías, “deberían convertirse en bienes públicos”, y que los gobiernos deben intensificar y diversificar las cadenas de suministro para materia prima y tecnología de energías renovables.
El grupo también recomienda aumentar el financiamiento privado y multilateral “para la transición a las energías verdes”. Además, respaldó el objetivo de la Agencia Internacional de Energía de multiplicar por siete la inversión en energías renovables para alcanzar la meta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a “cero neto” para el año 2050 para ayudar a frenar el cambio climático provocado por el hombre.
“Todo país es parte de esta crisis energética, y todas las naciones están prestando atención a lo que hacen las demás”, dijo Guterres. “No hay lugar para la hipocresía”.
Aseguró que muchos países en vías de desarrollo que enfrentan los impactos severos de la crisis climática como tormentas, incendios forestales, inundaciones y sequías no carecen de los motivos para invertir en energías renovables, pero necesitan “opciones concretas sobre las cuales trabajar”, e indicó que las naciones desarrolladas que les piden que inviertan en renovables no les brindan suficiente apoyo social, técnico o financiero.
Guterres criticó a algunas de las mismas naciones desarrolladas por introducir subsidios universales a los combustibles y por reabrir las plantas termoeléctricas a carbón, y afirmó que es difícil justificar estas acciones, incluso si son temporales.
Añadió que cualquier subsidio o reapertura de las termoeléctricas a carbón debe ser por un tiempo específico y enfocados en aliviar la carga energética a los pobres y promover la transición a las energías renovables.