Cientos de maestros del sector público venezolano marcharon este martes para exigir al gobierno del presidente Nicolás Maduro salarios justos y el respeto a sus derechos laborales que denuncian fueron vulnerados tras recibir pagos incompletos de beneficios tales como el bono vacacional.
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Los educadores caminaron pacíficamente por el centro de Caracas, la capital venezolana, portando carteles en los que se leía “el salario es un patrimonio familiar”, “salarios justos y el pago de vacaciones justas”. En la sede del Ministerio del Trabajo consignaron además un documento con sus exigencias.
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El cálculo del pago del bono vacacional (que le pagan a los trabajadores del sector educativo al final del año escolar en julio) por decisión de la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE) tuvo como referencia el salario del 2021 (1.52 dólares al mes), argumentando que aún no ha sido firmado la nueva convención laboral. La medida provocó gran malestar entre los educadores, quienes consideran que se trata de un irrespeto a sus derechos y reivindicaciones.
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El salario mensual (que obtiene la mayoría de los educadores de primaria y los liceos) es el más bajo de la región, unos 50 dólares como promedio desde marzo de este año.
Los maestros piden la derogación del instructivo de la ONAPRE que dejó en el olvido el cálculo de cualquier pago de un beneficio laboral en función del último sueldo devengado.
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La Federación Venezolana de Maestros, que agrupa a muchos de los educadores del sector público, en un comunicado advirtió que acordaron en la víspera organizarse y prepararse para no iniciar el año escolar en septiembre, “si el gobierno de Maduro”, entre otras instancias, “no cumplen las obligaciones laborales con el magisterio”.
En años recientes, los bajos salarios han provocado la deserción de docentes, quienes se ven obligados a dedicarse a otras labores para aumentar sus ingresos. De acuerdo con cifras de la Federación Venezolana de Maestros, 50% de los 370 mil maestros activos han abandonado las escuelas desde 2017.