MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
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En general, se acepta que los antepasados de los hablantes de bantú actuales vivieron alrededor de 5.000 a 6.000 años antes del presente en una región junto a la frontera actual de Nigeria y Camerún. Sin embargo, hasta hace poco, no se sabía cómo y cuándo lograron cruzar hacia el sur a través o alrededor de la densa selva tropical de África Central para finalmente establecerse en sus ubicaciones actuales, cubriendo aproximadamente la mitad del continente africano.
En un nuevo estudio, los investigadores del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology analizaron datos lingüísticos de más de 400 bantúes y otros idiomas estrechamente relacionados. A partir de estos datos, utilizando métodos novedosos, construyeron un árbol genealógico lingüístico fechado y reconstruyeron la distribución geográfica de los hablantes de bantú.
A diferencia de afirmaciones anteriores, la expansión hacia el sur ocurrió hace aproximadamente 4.000 años, mucho antes de que se abriera el corredor de la sabana a través de la densa selva tropical. Anteriormente se había pensado que las poblaciones de agricultores, como los primeros hablantes de bantú, no habrían podido mantener sus tradiciones agrícolas en un entorno de selva tropical densa.
Los autores utilizaron un método novedoso, tomado de la genética, para tener en cuenta los posibles sesgos geográficos en la reconstrucción: "Resulta que en realidad hay más de 600 bantúes y otras lenguas documentadas relacionadas, pero no hay suficientes datos léxicos disponibles para aproximadamente un tercio de ellos". Por lo tanto, implementamos el llamado muestreo libre de secuencias, una forma de superar este sesgo y construir una reconstrucción geográfica más robusta, que incluya todas las lenguas bantúes documentadas", comenta Ezequiel Koile, autor principal de esta investigación.
"Es realmente emocionante poder utilizar estos métodos para proporcionar el análisis más completo de las lenguas bantú hasta la fecha. Estos métodos nos dan poder real para resolver estos debates de larga data sobre las grandes expansiones de la población humana", agrega Simon Greenhill, co-autor del estudio.
Además del enfoque de muestreo sin secuencias, una mejora metodológica importante en la reconstrucción de rutas migratorias pasadas fue el uso de un modelo de "ruptura". "Según este modelo, en cada división del árbol lingüístico, una de las poblaciones permanece en el mismo lugar, mientras que la otra migra. Esto parece más realista que otros métodos basados en la difusión, en los que ambas poblaciones se ven obligadas a migrar", explica Remco Bouckaert, desarrollador de este modelo geográfico.
Los agricultores pueden adaptarse a una densa selva tropical Anteriormente se pensaba que para un grupo humano caracterizado por sus prácticas agrícolas, como las primeras poblaciones bantúes, habría sido difícil, si no imposible, atravesar la selva tropical centroafricana.
"La idea era que la densa selva tropical dificultaba mucho el transporte y el mantenimiento de los cultivos y el ganado que caracterizaron la expansión bantú. Si bien los cambios en el tipo de subsistencia están atestiguados en la historia, tienden a ser relativamente raros", comenta Damián Blasi, uno de los de los coautores del artículo.
Esta es la razón por la que generalmente se acepta que estas poblaciones migraron a través del intervalo del río Sangha, un corredor de sabana que se abrió como una franja de norte a sur a lo largo de la selva tropical hace unos 2.500 años, y no directamente a través de la selva tropical. Los hallazgos de este estudio encajan con resultados antropológicos recientes que demuestran la adaptabilidad de los humanos a los bosques tropicales.
"Nuestros resultados resaltan la importancia de la construcción de nichos en la expansión de la población humana. Por supuesto, la ecología es importante, pero no es el destino", concluye Russell Gray, autor principal de la publicación.