MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
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La Zona Verde es uno de los sectores más protegidos de Bagdad, que alberga a la mayor parte de las embajadas internacionales y sedes institucionales del Gobierno iraquí, entre ellas el propio Legislativo.
"Los manifestantes han pasado las barreras de hormigón de primera línea que las fuerzas de seguridad iraquíes han colocado en el puente de Al Jumhuriya, en un intento de llegar a la Zona Verde", han indicado fuentes de la agencia Shafaq, mientras que fuentes de Sky News Arabia han comenzado a constatar varios heridos por los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de seguridad.
Según las mismas fuentes, la capital ahora mismo está casi paralizada, además del de Al Jumhuriya, los puentes de Al Sanak, Al Ahrar y Al Shohada están cerrados, y el tráfico en las principales carreteras y plazas de buena parte de la ciudad "está total o parcialmente bloqueado".
Testigos de la cadena Al Arabiya y de la agencia Rudaw han confirmado que una multitud de seguidores del clérigo se están dirigiendo también a la plaza de Tahrir entre gritos contra la coalición Marco de Coordinación, un conjunto de partidos chiíes afines a Irán, grandes derrotados en las legislativas del año pasado, en las que se hizo con la victoria la alianza Sayirún.
Según informa Sky News Arabia, el Gobierno iraquí ya ha dado orden de despliegue a las unidades especiales de la Policía para impedir una nueva incursión en la Zona Verde.
Al Sudani, ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, fue presentado como candidato a primer ministro como supuesto elegido de consenso para, según expertos consultados por 'The Arab Weekly, no enfurecer al clérigo, cuyo máximo rival, el ex primer ministro Nuri al Maliki, es precisamente la figura más destacada del Marco de Coordinación.
El grupo proiraní decidió dar un paso adelante en las maniobras para formar Gobierno, atascadas desde hace meses, después de que el mes pasado los 73 diputados de la coalición de Al Sadr, han presentaran su dimisión en bloque como miembros del Parlamento iraquí, hastiados por la incapacidad para avanzar en las negociaciones.
Hace quince días, Al Sadr propinó un golpe sobre la mesa tras convocar a cientos de miles de simpatizantes para un oración vespertina en las calles de Bagdad, donde se reivindicó como la primera fuerza política del país y exigido la reanudación de las conversaciones.