LA HABANA (AP) — El referendo para la aprobación de un nuevo y discutido Código de las Familias se realizará en Cuba el 25 de septiembre y deberá contar con el “sí” de la mayoría simple de los votos válidos para ser adoptado, informaron las autoridades que iniciaron los preparativos para este proceso.
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La presidenta del Consejo Electoral Nacional, Alina Baiseiro, mostró durante una conferencia de prensa el jueves una primera versión de la boleta que los cubanos mayores de 16 años deberán rellenar.
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La papeleta cuenta con una sola pregunta, según lo aprobó la semana pasada el pleno de la Asamblea Nacional del Poder Popular y a ella deberán constar por “sí” o por “no” los cubanos mediante una cruz: “¿Está usted de acuerdo con el Código de las Familias?”.
El 18 de septiembre se realizará la votación en el exterior, informó Balseiro, pero ésta solo contemplará a los diplomáticos y colaboradores --médicos, técnicos y especialistas bajo contrato oficial--, no a los cubanos residentes en el extranjero. Estos últimos solo podrán sufragar si viajan al país.
El anteproyecto del Código de las Familias pasó ya por una instancia --de febrero a abril-- de consultas populares en las cuales vecinos y compañeros de centros de trabajo realizaron mítines para proponer adicciones o señalar fallas. Según las autoridades, se realizaron unas 79.000 de estas reuniones y en ellas participaron unos 6,5 millones de ciudadanos.
Luego el Parlamento unificó los criterios para dar a conocer el texto definitivo que será votado en septiembre.
Los listados de electores estarán disponibles entre el 15 y el 30 de agosto y los resultados podrán estar anunciándose de manera informal al día siguiente de la votación pero serán entregados al Parlamento oficialmente el 30 de septiembre, indicó Balseiro.
La norma que reemplaza a una de 1975 fue muy polémica y tuvo mucha resistencia en los meses pasados, sobre todo entre los grupos conservadores religiosos e Iglesias que rechazan el matrimonio igualitario, la adopción por parte de personas gay o los vientres subrogados.
Por su parte, algunos miembros de la comunidad LGBT de la isla criticaron que haya que votar por algo que son derechos humanos, más allá de su orientación sexual o de género.
El Código contiene otros puntos novedosos, como la ampliación de los permisos de los abuelos para garantizar su comunicación con sus nietos en caso de alguna beligerancia de padre o madre, o entregarles la “responsabilidad parental” de los menores a los ancianos, algo crucial en la isla, donde es usual la convivencia bajo un mismo techo de hasta cuatro generaciones y la emigración hace que muchos sean amparados por los mayores.
También dispone sanciones por violencia doméstica, por ejemplo, cuando hay separación de bienes durante el divorcio, incorpora legalmente a madrastras y padrastros y reglamenta los regímenes de comunicación con los abuelos y padrastros. Además contempla regímenes opcionales de bienes para los matrimonios, la posibilidad de que los niños lleven los apellidos de su madre y padre en el orden que éstos lo dispongan y amplía la protección para que los discapacitados no queden vulnerables.
El nuevo Código de las Familias es una de las leyes que deben actualizarse tras la reforma de la Constitución en 2019.