SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25 (EUROPA PRESS)
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La compostelana Praza do Obradoiro se ha vestido de gala este lunes para recibir a los reyes de España que, junto con la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, y la infanta Sofía han acudido a la tradicional Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago del 25 de julio. Allí, han sido recibidos por un centenar de personas que han aplaudido su llegada y han proclamado vítores al rey. "Don Felipe, queremos la mano", ha pedido una de las presentes, aunque finalmente el monarca no se ha acercado al público.
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Con puntualidad, tan solo unos minutos después de las 12,00 horas, los reyes entraron en la plaza, donde han sido recibidos por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y las vicepresidentas primera y segunda del Gobierno, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, entre otras autoridades como el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, o el alcalde de la capital gallega, Xosé Sánchez Bugallo.
Así, nada más bajarse del coche, ha resonado el primer '¡Viva el Rey!', que se escucharía en varias ocasiones más durante la soleada y calurosa mañana de este lunes en Santiago de Compostela.
Después del recibimiento por las autoridades, Felipe VI ha pasado revista a las tropas, momento tras el cual se sucedieron los aplausos de los presentes en la plaza principal de la Catedral de Santiago, que los monarcas respondieron con un saludo desde el centro del Obradoiro.
ROPA DE COLORES VIVOS
Posteriormente, se han retirado las tropas y los monarcas posaron para los medios. Doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía han elegido para la ocasión vestidos con colores vivos. Así, la reina lucía un vestido naranja ajustado en la cintura, mientras que la princesa de Asturias se decantó por uno rojo con una franja rosa vertical en el centro. Por su parte, la infanta ha optado por un vestido azul.
Ya desde el centro de la plaza, han saludado a todas las autoridades presentes, y también, alzando la mano, al centenar de curiosos que se acercaron hasta la Praza do Obradoiro y que, móvil en alto, no dejaron de inmortalizar el momento.
Muchos de los asistentes, que a las 10,30 horas ya ocupaban todo el espacio preparado para ellos, provenían de lugares de fuera de España. Entre ellos, se encontraba gente llegada desde Cuba, Colombia o Venezuela que han pasado este día festivo en Galicia de visita en Santiago y han aprovechado para acercarse a ver a los monarcas.
Según el horario previsto, minutos antes de las 12,15 horas, han entrado en la Catedral para la misa del 25 de julio y la Ofrenda. Subiendo la escalinata de entrada, más cerca del público, han vuelto a saludar a los asistentes, que entonaron de nuevo varios '¡Viva el Rey!.
RUTA QUETZAL
Ya con los reyes en el interior de la Catedral, en el exterior se disponían más de un centenar de jóvenes participantes de la Ruta Quetzal, que en esta edición han realizado un viaje de estudios y aventura para revivir la historia del Apóstol Santiago recorriendo varios escenarios que fueron testigos de su último viaje, empezando por su expedición en Braga (Portugal) y hasta llegar a la capital gallega este mismo lunes.
Después, los reyes y sus hijas pararían a saludarlos y a conversar durante unos minutos con algunos de los participantes.
TRES PARACAIDISTAS
Además, la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire (Papea) aprovechó para colocar en el centro de la plaza las referencias para los paracaidistas que sobre las 14,00 horas tomarían tierra en el centro del Obradoiro.
Así, al finalizar la misa, los reyes y demás autoridades salieron de la Catedral y observaron desde lo alto de la escalinata principal el salto realizado desde un T-12B de tres paracaidistas del Ejército del Aire. El primero en aterrizar portaba una gran bandera de España y el siguiente, que era gallego, realizó el salto con la bandera de Galicia.
Los saltos fueron reconocidos por el público con el aplauso más largo de la jornada y también por las autoridades que, ya en el plaza, dieron la enhorabuena a los miembros del Ejército del Aire que participaron en esta tarea.
Finalmente, los monarcas y sus hijas acudieron al Pazo de Raxoi para firmar en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Santiago.