BAMAKO, Mali (AP) — Residentes reportaron explosiones y disparos en la zona de la base militar Kati, a las afueras de la capital de Mali, Bamako, en la madrugada del viernes, en un presunto ataque de extremistas islámicos.
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El ejército ha acordonado las carreteras de acceso a Kati, que está a unos 15 kilómetros (10 millas) al noroeste de Bamako.
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El líder de la junta militar que gobierna el país, el teniente coronel Asimi Goita, suele alojarse en el campamento de Kati, donde en 2020 lanzó un golpe de Estado que lo llevó al poder.
Rebeldes yihadistas vinculados a Al Qaeda y al grupo extremista Estado Islámico llevan más de 10 años de insurgencia en la nación del oeste de África. Sus ataques se han centrado principalmente en el norte, pero recientemente se trasladaron al centro del país. En las ultimas semanas, los extremistas se han acercado más a la capital.
La semana pasada, hombres armados atacaron un puesto de control del ejército a unos 60 kms de Bamako y mataron a al menos seis personas, además de causar varios heridos, de acuerdo con las autoridades.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad por el ataque, que parecía ser obra de un grupo rebelde ligado a Al Qaeda llamado JNIM, que ha perpetrado otros ataques en las proximidades de Bamako.
Los ataques muestran “cóomo la filial de Al Qaeda Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin continúa expandiendo sus operaciones fuera de sus feudos tradicionales en el norte y el centro de Mali", dijo Héni Nsaibia, investigador en el Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados.