MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
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En un discurso pronunciado durante un evento económico en Idaho (Esstados Unidos), Waller ha reconocido que el dato de inflación del mes de junio, publicado ayer, ha supuesto "una decepción de campeonato" y ha subrayado que se mire cómo se mire los datos, "la inflación es demasiado alta". "Y mi trabajo es bajarla hacia nuestro objetivo del 2%", ha añadido.
En este sentido y de cara a la próxima reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed los días 26 y 27 de julio, ha advertido de que no debería sorprender otro aumento de 75 puntos básicos de los tipos de interés, que eleve el rango objetivo de la tasa de fondos federales a una horquilla de entre el 2,25% y el 2,50% antes de agosto.
"Considero que ese nivel es casi neutral, es decir, un nivel que ni estimula ni restringe la demanda, suponiendo que la economía esté creciendo moderadamente y que el desempleo esté más o menos donde está ahora", ha señalado.
Sin embargo, el consejero de la Fed ha subrayado que su posición de base para la reunión de julio depende de los datos entrantes, incluyendo la publicación de ventas minoristas y vivienda antes de la reunión.
"Si esos datos son mucho más fuertes de lo esperado, me inclinaría por un aumento mayor en la reunión de julio en la medida en que muestre que la demanda no se está desacelerando lo suficientemente rápido como para bajar la inflación", ha advertido, dejando así abierta la puerta a una subida de 100 puntos básicos.
A este respecto, Waller ha defendido que, con una inflación tan alta, "hay una virtud en aplicar un ajuste anticipado" para anticipar en la medida de lo posible el movimiento de la política monetaria hacia un entorno que restrinja la demanda. "Llegar antes reforzará la confianza del público en que podemos reducir la inflación y preservará las opciones para ajustar el ritmo de ajuste más adelante si es necesario", ha añadido.
La tasa de inflación interanual de Estados Unidos se situó el pasado mes de junio en el 9,1%, medio punto porcentual por encima de la subida de los precios en mayo y su mayor nivel desde noviembre de 1981.
La inflación de la energía fue del 41,6%, la más elevada desde abril de 1980, mientras que en el caso de los alimentos los precios subieron un 10,4% en el año, el mayor aumento desde febrero de 1981.
Sin tener en cuenta el impacto de los alimentos y de la energía, la tasa de inflación subyacente de Estados Unidos en junio fue del 5,9%.