MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
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"Debido a que este gas es tan delgado, es extremadamente difícil de ver", dice en un comunicado el cosmólogo Adam Hincks, profesor asistente asignado al departamento de astronomía y astrofísica y primer autor del estudio. "Durante años, los astrónomos se refirieron a esto como el 'problema del barión faltante'. Esperaban ver muchos átomos, a los que nos referimos como bariones, pero solo encontraron una fracción de ellos cuando sumamos toda la materia brillante que pudieron detectar".
La observación ha sido posible gracias a datos de archivo del satélite Planck y del Telescopio de Cosmología de Atacama (ACT), en Chile, que observan el Fondo Cósmico de Microondas (CMB), la luz más antigua del universo.
Al observar cómo el gas del filamento dispersaba la luz CMB, determinaron que el gas en el filamento tiene la masa de unos 50.000 millones de soles, unas 50 veces más masa que nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.
Aunque la evidencia del gas filamentoso en este sistema se había encontrado previamente con los datos de Planck, el instrumento ACT más grande agudizó la imagen considerablemente, haciendo que la distinción entre los cúmulos de galaxias y el filamento sea mucho más clara.
La investigación se describe en un artículo publicado a principios de este año en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.