MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
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Los ordenadores cuánticos podrían romper la seguridad utilizada para proteger la privacidad en los sistemas digitales en los que confíamos todos los días, como la banca en línea y el software de correo electrónico. Los cuatro algoritmos de cifrado seleccionados pasarán a formar parte del estándar criptográfico poscuántico del NIST, que se espera que finalice en unos dos años.
El anuncio sigue a un esfuerzo de seis años administrado por NIST, que en 2016 pidió a los criptógrafos del mundo que diseñaran y luego examinaran métodos de encriptación que pudieran resistir un ataque de una futura computadora cuántica que es más poderosa que las máquinas comparativamente limitadas disponibles en la actualidad. La selección constituye el comienzo del final del proyecto de estandarización de criptografía poscuántica de la agencia.
Se están considerando cuatro algoritmos adicionales para su inclusión en el estándar, y el NIST planea anunciar los finalistas de esa ronda en una fecha futura. Como los criptógrafos han reconocido desde el comienzo del esfuerzo del NIST, existen diferentes sistemas y tareas que usan el cifrado, y un estándar útil ofrecería soluciones diseñadas para diferentes situaciones, usaría enfoques variados para el cifrado y ofrecería más de un algoritmo para cada caso de uso en el caso de que uno resulte vulnerable, según informa el organismo en un comunicado.
El cifrado utiliza las matemáticas para proteger la información electrónica confidencial, incluidos los sitios web seguros que navegamos y los correos electrónicos que enviamos. Los sistemas de encriptación de clave pública ampliamente utilizados, que se basan en problemas matemáticos que incluso las computadoras convencionales más rápidas encuentran intratables, aseguran que estos sitios web y mensajes sean inaccesibles para terceros no deseados.
Sin embargo, una computadora cuántica suficientemente capaz, que estaría basada en una tecnología diferente a las computadoras convencionales que tenemos hoy, podría resolver estos problemas matemáticos rápidamente, derrotando a los sistemas de encriptación. Para contrarrestar esta amenaza, los cuatro algoritmos resistentes a la cuántica se basan en problemas matemáticos que tanto las computadoras convencionales como las cuánticas deberían tener dificultades para resolver, defendiendo así la privacidad tanto ahora como en el futuro.
Los algoritmos están diseñados para dos tareas principales para las que normalmente se utiliza el cifrado: cifrado general, utilizado para proteger la información intercambiada a través de una red pública; y firmas digitales, utilizadas para la autenticación de identidad. Los cuatro algoritmos fueron creados por expertos de múltiples países e instituciones que colaboraron.