WASHINGTON (AP) — Está surgiendo más evidencia en la pesquisa de la Cámara de Representantes sobre la insurrección del 6 de enero que respalda testimonios recientes de que el presidente Donald Trump quería sumarse a la turba que asaltó el Capitolio, dijo un miembro de la comisión investigadora el domingo.
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“Habrá mucha más información, estén atentos”, declaró el representante republicano Adam Kinzinger.
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La comisión ha estado intensificando su pesquisa de un año sobre el ataque del 6 de enero de 2021 y los intentos de Trump de revertir los resultados de los comicios de 2020. La representante republicana Liz Cheney, la vicepresidenta del panel, dejó en claro que podría haber referencias penales al Departamento de Justicia, incluyendo en contra del expresidente.
Hay al menos dos audiencias programadas para este mes con el objetivo de mostrar la manera en que Trump dirigió ilegalmente a una turba violenta hacia el Capitolio el 6 de enero, y luego decidió no tomar acciones para frenar el ataque una vez que comenzó.
El panel también ha estado revisando nuevas imágenes de un filme documental sobre los últimos meses de Trump en la presidencia, incluyendo entrevistas con él y miembros de su familia.
En una entrevista televisiva, Kinzinger se negó a revelar la nueva información a la que se refería ni dijo quién la había proporcionado. Señaló que surgieron muchos más detalles después del testimonio de la semana pasada de la excolaboradora de la Casa Blanca Cassidy Hutchinson, y que nada había hecho cambiar la confianza de la comisión en su credibilidad.
“Hay información que aún no puedo revelar”, comentó. “Ciertamente diríamos que Cassidy Hutchinson ha testificado bajo juramento, la consideramos creíble, y cualquiera que quiera desacreditar eso, que haya estado presente, también debería testificar bajo juramento y no a través de fuentes anónimas”.
En otra entrevista, el representante demócrata Adam Schiff, otro integrante del panel, dijo: “Estamos siguiendo pistas adicionales. Pienso que esas pistas conducirán a nuevos testimonios”.
En la comparecencia de Hutchinson ante la comisión la semana pasada, ella presentó un imagen de Trump como un presidente enojado y desafiante que intentaba permitir que simpatizantes armados evitaran filtros de seguridad la mañana del 6 de enero en una protesta contra su derrota en las elecciones de 2020 ante el demócrata Joe Biden.
Expertos jurídicos han dicho que el testimonio de Cassidy podría serle problemático a Trump, pues los fiscales federales están investigando la posibilidad de que haya habido comportamiento criminal.
“Podría haber más de una recomendación penal”, dijo Cheney en una entrevista difundida el domingo. Indicó que más adelante el panel tomará una decisión en torno a si procederá en ese sentido o no.
Cassidy también narró una conversación con Tony Ornato, el subjefe de despacho para operaciones de Trump, quien, según ella, dijo que el mandatario agarró el volante de la camioneta presidencial cuando el Servicio Secreto se negó a dejarle ir al Capitolio después de la marcha.
Sin embargo, esta versión fue cuestionada rápidamente. Bobby Engel, el agente del Servicio Secreto que conducía el vehículo para Trump, y Ornato están dispuestos a testificar bajo juramento que ningún agente fue agredido y que Trump nunca quiso tomar el volante, señaló una persona al tanto del asunto y que habló a condición de guardar el anonimato.
Kinzinger se presentó en el programa “State of the Union” de CNN y Schiff en “Face the Nation” de CBS. Cheney salió en “This Week” de ABC.