EL CAIRO (AP) — Una alta funcionaria de Naciones Unidas para Libia condenó el sábado el ataque de la sede del parlamento por parte de manifestantes furiosos como parte de las protestas en varias ciudades del país contra la clase política y el deterioro de las condiciones económicas.
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Cientos de personas marcharon el viernes por las calles de la capital, Trípoli, y de otras ciudades, y muchas de ellas atacaron e incendiaron edificios del gobierno, incluyendo la Cámara de Representantes en la ciudad oriental de Tobruk.
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“El derecho de las personas a protestar pacíficamente debería ser respetado y protegido, pero los disturbios y actos de vandalismo tales como el asalto a la sede de la Cámara de Representantes en Tobruk son totalmente inaceptables”, dijo Stephanie Williams, asesora especial de la ONU para Libia, en Twitter.
Las protestas del viernes se produjeron un día después que los líderes del parlamento y otra cámara legislativa con sede en Trípoli no llegaron a un acuerdo sobre la celebración de elecciones durante las negociaciones mediadas por la ONU en Ginebra. La disputa se centra en los requerimientos de elegibilidad de los candidatos, de acuerdo con Naciones Unidas.
Libia no pudo celebrar elecciones en diciembre, luego de problemas como disputas legales, aspirantes presidenciales controversiales y la presencia de milicias forajidas y combatientes extranjeros en el país.
El no poder llevar a cabo los comicios fue un duro golpe a las gestiones internacionales para llevar la paz al país. Ha abierto además un nuevo capítulo en su largo estancamiento político, en el que dos gobiernos rivales reclaman actualmente el poder después de esfuerzos tentativos de unidad en el último año.
Los manifestantes, exasperados por años de caos y divisiones, exigen la salida de la clase política actual y la celebración de elecciones. Protestaron además contra las pésimas condiciones económicas en la nación petrolera, donde los precios del combustible y el pan han subido y los apagones se han vuelto algo común.