LA PAZ, Bolivia (AP) — El presidente de Bolivia, Luis Arce, cambió el viernes al comandante y a la plana mayor de la policía tras el asesinato de dos agentes y un guardia civil hace 15 días a manos de presuntos sicarios, lo que derivó en fuertes cuestionamientos a algunos policías por sospechas de protección al narcotráfico.
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El general Jhonny Aguilera, cercano al gobierno, fue removido del cargo tras 18 meses en funciones y en su lugar juró el general Orlando Ponce, con la misión de “desterrar viejas prácticas que tanto daño hacen a la policía”, según dijo Arce en la posesión del nuevo mando policial en la noche.
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“Algunos malos jefes policiales encandilados por el dinero fácil y el enriquecimiento rápido han sido captados por bandas delincuenciales”, señaló el mandatario, al tiempo en que pidió a los nuevos jefes acciones urgentes para “rectificar errores”.
Ponce asumió con la misión de avanzar en una reforma disciplinaria en la que estuvo trabajando en el último tiempo y reconoció que su institución pasa por “difícil momento”. También fue posesionado un nuevo subcomandante y otro inspector general.
El escándalo de supuestos vínculos con narcotraficantes ha salpicado estos días al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS). Tres personas fueron detenidas en relación con el asesinato de los policías y se investiga su conexión con el crimen organizado.
Actualmente el gobierno de Bolivia analiza el pedido de extradición de Estados Unidos de un alto exjefe de la policía boliviana acusado de narcotráfico y por el cual ese país ofreció una recompensa de hasta cinco millones de dólares para quien entregue información que ayude a llevar a la justicia estadounidense al coronel Maximiliano Dávila, exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico de Bolivia. El gobierno estadounidense lo acusa de usar su cargo para proteger aviones que transportaban cocaína a esa nación, según la acusación.
Dávila fue el jefe antidrogas hasta 2019 durante el gobierno del expresidente Evo Morales y actualmente está detenido en un penal de La Paz acusado de “legitimación de ganancias ilícitas”.
En junio 2011, la agencia antidrogas de Estados Unidos, DEA, detuvo en Panamá al exgeneral de la policía boliviana René Sanabria por traficar cocaína a ese país y lo condenó a 14 años de prisión. Sanabria fue director de la fuerza antidrogas de Bolivia años antes y al momento de su detención era asesor de inteligencia en el gobierno de Morales (2006-2019).