MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
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De hecho, el ex presidente de SEIMC y jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, el doctor Rafael Cantón, ha apuntado que ya es un problema, y que está demostrado que se mueren más los pacientes con bacterias multirresistentes a los antibióticos en comparación con los pacientes con bacterias sensibles a los mismos.
"Según algunos informes, se espera que para 2050 la resistencia a los antimicrobianos provoque un número de muertes de 10 millones de personas, superando así a las del cáncer. Actualmente, según la literatura científica, la mortalidad asociada a esta resistencia en el mundo es cercana a los 5 millones de personas", ha detallado, para añadir que, en 2019, en Europa fallecieron unas 80.000 personas por estas bacterias multirresistentes, por encima de lo establecido por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, que predecía 33.000.
"Además, un paciente con una bacteria multirresistente es alrededor de 30.000 euros más caro para el Sistema Nacional de Salud que uno con una bacteria sensible", ha añadido el doctor, en referencia a los costes económicos de este problema.
Por ello, para hacer frente a este problema global, el vicepresidente de la sociedad científica, Federico García, ha reclamado el reconocimiento de la especialidad de Enfermedades Infecciosas en España. "Esta situación deja en evidencia a nuestro país por ser el único en la Unión Europea que aún no la ha reconocido".
Además, ha apuntado que ello "imposibilita" el marco formativo adecuado para la formación de nuevos especialistas en enfermedades infecciosas y, por tanto, va a poner en riesgo la continuidad de la atención a los pacientes con enfermedades infecciosas en el futuro próximo, "lo que contrasta con la gran dimensión que las enfermedades infecciosas complejas han adquirido en los últimos años y la alta demanda asistencial que originan".
RESPUESTA INSUFICIENTE A LAS ENFERMEDADES INFECCIOSAS
En esta misma línea se ha expresado el director de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Parasitología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, José Miguel Cisneros. "La respuesta que la humanidad ha dado a las enfermedades infecciosas ha sido siempre insuficiente. Siempre vamos por detrás", ha criticado.
Así, ha explicado cómo los determinantes de salud afectan a las Enfermedades Infecciosas y cómo estos van a influir en la deriva de este tipo de enfermedades en 2050. Uno de ellos es el cambio climático, "un determinante de salud fundamental".
"El cambio climático es una de las razones por las que las enfermedades infecciosas pueden ir a peor; además de la globalización", resume Cisneros. "Uno de los inconvenientes de este fenómeno es que un virus transmisible puede pasar, en cuestión de horas, de una aldea perdida a distribuirse por todo el mundo", explica.
En relación a ello, otro de los factores que incrementarán las enfermedades infecciosas es la migración, así como el aumento de la población inmunodeprimida. "Los avances de la medicina moderna harán que las personas con estas enfermedades puedan tener una vida casi normal, pero el riesgo asociado es el incremento de infecciones", ha comentado.
"Por otro lado, la población de personas que en 2050 tendremos aparatos médicos implantables, como marcapasos o prótesis, va a ir en aumento y, aunque mejoran la calidad de vida, se producirá un incremento de las infecciones asociadas a los materiales", ha avanzado.
Finalmente, ha recordado que las enfermedades infecciosas se han convertido "en uno de los mayores problemas para la salud pública mundial", y se estima que, de seguir así, lo serán aún más en 2050, "pasando a ser la primera causa de muerte por enfermedad".
"Esta situación es tan paradójica como preocupante, pues demuestra que la estrategia actual de respuesta frente a las enfermedades infecciosas no sirve, porque no evita pandemias como la Covid-19", ha expresado Cisneros. Así, ha aseverado que "se necesitan cambiar a una estrategia de anticipación".
El libro de la SEIMC se divide en 16 capítulos, en los que se abordan la importancia de los virus respiratorios; la Covid-19 y su futuro; las 'enfermedades olvidadas', frecuentemente importadas a través de migrantes y refugiados; la endemicidad del VIH; la problemática de las fiebres hemorragias virales; las infecciones de transmisión sexual y las infecciones en pacientes inmunodeprimidos.
Otros temas que también trata la publicación son las hepatitis virales; las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria; la tuberculosis; el incremento continuado de infecciones asociadas a dispositivos médicos implantables; el efecto del cambio climático, que ya está viéndose con la llegada a España del Zika o el dengue, y los avances diagnósticos y la tecnología en las enfermedades infecciosas; la emergencia de nuevos virus de origen zoonótico, y el incremento continuado de las infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos.