ISLAMABAD (AP) — Funcionarios de finanzas y del banco central del gobierno de Afganistán salieron hacia Qatar el miércoles para reunirse con funcionarios estadounidenses, informó el Talibán. La reunión se dará tras el mortal terremoto de la semana pasada, que centró la atención en cómo las tareas de socorro y asistencia se han desplomado bajo el peso de la crisis económica del país.
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El sismo en el sureste afgano mató a unas 770 personas, de acuerdo con cifras de la ONU, aunque el Talibán pone el saldo de muertos en casi 1.150, con miles de heridos. La ONU dice que hay 155 niños entre los muertos en el que fue el terremoto más violento en el país en dos décadas.
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Miles de viviendas fueron destruidas o severamente dañadas en las provincias de Paktiká y Jost. Pese a las gestiones de agencias de la ONU y de países en la región, los sobrevivientes dicen que necesitan más ayuda para subsistir.
“Pedimos ayuda porque nuestras casas están destruidas y no podemos vivir adentro. La gente necesita ayuda, no tenemos tiendas de campaña ni otros lugares donde quedarnos”, dijo un residente de Jost, Tawar Khan.
Las abrumadas agencias de ayuda dicen que el sismo resaltó la necesidad de que la comunidad internacional reconsidere el aislamiento financiero de Afganistán y el congelamiento de las reservas del país. Casi la mitad de los 38 millones de habitantes de Afganistán no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias básicas. El gobierno no puede pagar los salarios del sector público a tiempo ni importar lo que necesita el país.
Funcionarios del gobierno del Talibán y estadounidenses tienen programado reunirse en Doha, Qatar, para discutir la economía de Afganistán y su sector financiero, entre otros asuntos, dijo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Afganistán, Hafiz Zia Hamad. Dijo que la delegación afgana, encabezada por el ministro del exterior Maulvi Amir Khan Muttaqi, se reunirá con el enviado especial de Estados Unidos para Afganistán y funcionarios del Departamento del Tesoro.
El Washington Post informó el martes que altos funcionarios del gobierno de Biden están trabajando con los dirigentes talibanes en un mecanismo que permita al gobierno de Afganistán utilizar las reservas de su banco central para hacer frente a las graves crisis de hambre y pobreza del país, al tiempo que se establecen salvaguardias para garantizar que los fondos no se utilicen de forma indebida.
Tras la toma de Afganistán por parte de los talibanes el año pasado y el colapso del gobierno respaldado por Estados Unidos, se congelaron unos 9.100 millones de dólares de las reservas extranjeras afganas, de los cuales el gobierno de Biden congeló 7.000 millones.
Ningún gobierno ha reconocido todavía al gobierno talibán de Afganistán. El grupo islamista se ha resistido a las presiones internacionales para mantener los derechos adquiridos anteriormente por las mujeres afganas, imponiendo en su lugar restricciones a la vestimenta de las mujeres y limitando el acceso de las adolescentes a las escuelas.