BOGOTÁ (AP) — Cara a cara se encontraron el miércoles los principales representantes de dos orillas políticas en Colombia: Gustavo Petro, primer presidente electo de izquierda, y el expresidente conservador Álvaro Uribe, quien gobernó entre 2002 y 2010 y ha tenido gran influencia política en las últimas dos décadas.
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La invitación la extendió Petro a Uribe en el marco de un “acuerdo nacional” que busca reunir amplios sectores para llegar a consensos sobre problemas estructurales del país.
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“Simbólicamente, he invitado a Rodolfo Hernández, mi contrincante, y a Álvaro Uribe Vélez, a quien me he opuesto durante todo este siglo, para que hablemos de temas de país”, dijo Petro en su primer discurso tras ganar las elecciones con el 50,4% de los votos y prometer que gobernaría también para la mitad del país que no lo prefirió en las urnas y votó por el magnate de bienes raíces Rodolfo Hernández.
La reunión entre Petro y Uribe fue privada en el norte de Bogotá y estuvo dividida en dos momentos: primero hablaron los dos líderes a solas y luego los acompañaron sus asesores más cercanos. Se espera que en las próximas horas Uribe dé declaraciones a la prensa.
Durante la tensa campaña presidencial, Uribe criticó constantemente a Petro a quien señaló de tener afinidades con el chavismo en Venezuela e incluso de querer cambiar el modelo económico del país y acabar con la propiedad privada. Petro, quien en su juventud militó en la extinta guerrilla M-19, ha negado tales intenciones.
Más allá de los resultados de la reunión entre opositores políticos, el encuentro podría enviar un mensaje conciliador a una Colombia que acaba de vivir una tensa campaña electoral y que atraviesa un proceso de posconflicto a cinco años de la firma del acuerdo de paz entre el Estado y la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Este encuentro puede significar las bases para llegar a acuerdos de país y para mitigar los enfrentamientos entre extremos políticos”, dijo a The Associated Press el analista político Johan Caldas, de la Universidad de la Sabana.
Si bien para Petro es beneficioso reunirse con su principal antagonista político para enviar un mensaje conciliador de su gobierno que está próximo a empezar el 7 de agosto, para Uribe es una apuesta política distinta.
Según el analista político Yann Basset, profesor de la Universidad del Rosario, Uribe buscaría consolidarse como líder de la oposición y la derecha, debido a que hay otros líderes políticos en busca de ese mismo espacio.
“Estamos en un momento de recomposición de la derecha después de la derrota electoral fuerte que sufrieron en este ciclo electoral tanto en las legislativas como en las presidenciales. Este encuentro es una forma de reafirmar el liderazgo de Uribe”, explicó Basset a la AP.
Uribe no sólo gobernó con una alta popularidad como jefe de Estado, también impulsó la primera presidencia de Juan Manuel Santos en 2010 y después la candidatura del actual presidente Iván Duque. Sin embargo, su poder electoral se vio menguado con la victoria de Petro y de la izquierda, en un país que históricamente había sido gobernado por la derecha y los moderados.