MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La UGTT ha aplaudido el "gran éxito" de la huelga general del 16 de junio y ha destacado "la campaña de solidaridad mostrada por los funcionarios y el sector privado", por lo que ha pedido que "estén preparados para defender sus derechos".
Asimismo, ha mostrado su "absoluto rechazo" al programa de reformas impulsado por el presidente tunecino, Kais Saied, que la semana pasada recibió el visto bueno del Fondo Monetario Internacional (FMI) de cara al inicio de negociaciones sobre un paquete de ayuda.
La UGTT ha sostenido que este programa de reformas "desperdicia las propiedades y soberanía del pueblo", por lo que ha mostrado su disposición a "hacerle frente por todos los medios legítimos".
El sindicato ha denunciado además "intentos" del partido islamista Ennahda y partidos del Frente de Salvación Nacional para "usar la huelga" del 16 de junio "a favor de sus propias agendas" y "robar la lucha de los trabajadores".
En esta línea, ha criticado al Gobierno por "continuar su política de ignorar y minusvalorar las demandas de los trabajadores" y ha rechazado "el ataque sistemático contra el derecho a negociar" y "la intransigencia" de las autoridades tunecinas.
Asimismo, ha condenado en un comunicado publicado en la red social Facebook "las campañas de intimidación, demonización y traición contra los sindicalistas", lanzadas por "partes sospechosas y páginas conocidas por la violación de los derechos y su hostilidad hacia el sindicato".
La UGTT ha subrayado que "algunas de estas partes dicen estar vinculadas al presidente y ha hecho hincapié en que estas acusaciones "sólo aumentan la determinación" de los sindicalistas para "Mantener la lucha y responder en la práctica".
Por último, el sindicato ha reclamado a las autoridades que "aborden con seriedad" las demandas de los jueces, tras más de tres semanas de huelga en el sector por la decisión de Saied de cesar a cerca de 60 magistrados por supuesta corrupción y encubrimiento a sospechosos de terrorismo.
Saied hace frente a crecientes críticas por la crisis económica y las medidas excepcionales adoptadas desde mayo de 2021, cuando disolvió y Gobierno y suspendió el Parlamento --posteriormente disuelto-- para arrogarse todas las competencias, una medida denunciada por numerosos partidos, incluido el islamista Ennahda.