MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
PUBLICIDAD
La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha aventurado este martes desde Madrid, con motivo de la cumbre de la OTAN, que la "gran amenaza" para el planeta en los próximos diez años es la crisis climática, pues "como humanos", los asuntos con Rusia o China se pueden gestionar "de alguna forma".
PUBLICIDAD
"Cuando hablamos de la crisis del clima eso ya es mucho más difícil", ha valorado Baerbock, quien ha puesto como ejemplo los intentos que se están llevando a cabo en estos momentos desde gobiernos y organizaciones por reducir en tres o cuatro grados el calentamiento global.
En ese sentido, ha señalado que los esfuerzos van más allá, pues también está "la mitigación" y "adaptación" ante las pérdidas que se avecinan. "Hay regiones que no podemos salvar, hay islas que no podremos salvar", ha vaticinado.
Por su parte, la ministra de Defensa de Canadá, Anita Anand, ha abogado por interrelacionar cada una de las crisis antes las que se enfrenta la comunidad internacional. "Es importante no aislar diferentes tipos de riesgo", ha dicho.
"Necesitamos ver los riesgos de manera interrelacionada, no podemos separar lo militar, de lo climático, de lo alimentario. Tenemos que tener un abanico de riesgos. Cuando estemos pensando en crisis tenemos que hacerlo sobre un mismo paraguas", ha defendido la ministra canadiense.
Ambas han participado este martes junto a la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores de España, Ángeles Moreno Bau en una mesa redonda previa a la jornada de inicio de la cumbre de la OTAN en Madrid, que tendrá lugar esta semana.
Para Moreno Bau, "la amenaza verdadera" es el subdesarrollo, relacionado con los desafíos geopolíticos, energéticos, las migraciones, o los desplazamientos forzados por las agresiones terroristas.
APOYO INCONDICIONAL A UCRANIA
Otra de las "amenazas" de las que se ha hablando es la que supuestamente supone Rusia para la paz mundial. En se sentido, Baerbock también ha recalcado que los Aliados no tienen otra alternativa de seguir apoyando y suministrando armamento a Ucrania mientras continúa la invasión iniciada por el presidente, Vladimir Putin.
"Más allá de esta cumbre hay que seguir trabajando con Ucrania. La guerra podría acabar mañana si Putin toma la decisión de dejar de bombardear, depende de él, mientras tanto tendremos que seguir ayudando a Ucrania enviando armamento, si no seguirá aumentando esta tragedia", ha dicho la ministra alemana.
A su vez, ha alertado de que Putin no solo está intentando hacer que se olviden el resto de crisis que amenazan la seguridad mundial, como son la climática y la alimentaria, sino que también ha logrado con "éxito" imponer su narrativa.
"No hemos tenido éxito en combatir estas falsas noticias en todos los países", ha reconocido la ministra alemana, quien ha puesto sobre la mesa los riesgos de la guerra híbrida en la que, ha dicho, Moscú sabe moverse muy bien.
LA GUERRA VISTA DESDE FUERA DE OCCIDENTE
Ante los recelos que suscita fuera de las fronteras de la OTAN la intervención de los Aliados en esta guerra, Baerbock ha defendido que no se puede tolerar estar violación del derecho internacional cometida por Rusia. "Si aceptamos que un país rompa todas las reglas que defendemos, esto sería una gran pérdida para la ONU.
"Estamos librando una lucha entre quienes creen en el estado de derecho y en el poder de la legislación internacional contra quienes no creen en ello (...). El mensaje tiene que ser que esto nos afecta a todos, somos todos vecinos, no podemos aceptar que el más grande y fuerte pueda simplemente invadir al vecino y salirse con la suya (...). Tenemos que ser honestos y no mirar para otro lado cuando se vulnera el derecho internacional de manera flagrante", ha argumentado.
COMPAGINAR LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA DEFENSA MILITAR
Por su parte, la secretaria de Asuntos Exteriores de España, Ángeles Moreno Bau, ha enfatizado en la necesidad de compaginar una respuesta "contundente" a la agresión rusa de Ucrania, pero al mismo tiempo tener "clara" la hoja de ruta de la transición energética.
"Nos estamos enfrentado a una guerra que tiene terribles consecuencias para nuestro medioambiente, no solo por los estragos de las armas o los incendios, sino también por las consecuencias de los altos precios de la energía", ha apuntado.
Así, ha señalado que la "contundente" respuesta a la agresión rusa no puede dejar de lado el compromiso con el medioambiente, así como con "las nuevas generaciones y la supervivencia de la especie y del planeta".
"Tenemos que pisar el acelerador de la transición energética y esta guerra nos da una oportunidad para reconocer que tenemos que hacer la transición a una forma de energía más verde y más ecológica", ha valorado.