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MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
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El Frente para la Liberación de Tigray (TPLF) ha tildado de "estrambóticas" las acusaciones del Gobierno sobre el bloqueo de los vuelos humanitarios en el aeropuerto de la capital de Tigray, Mekelle, y ha argumentado que el motivo de la decisión es la falta de combustible para continuar las operaciones.
La Oficina de Asuntos Externos del TPLF ha indicado en un comunicado que las acusaciones de Adís Abeba "están repletas de las mentiras y distorsiones habituales" para "intentar engañar a la comunidad internacional para que ignore su culpabilidad en la devastadora crisis humanitaria en Tigray".
"Al estar desacostumbradas a rendir cuentas ante la miríada de mentiras que publican a diario, las autoridades de Adís Abeba no pueden siquiera construir un razonamiento que parezca remotamente plausible sobre por qué el gobierno de Tigray, que lucha por la supervivencia del pueblo de Tighray, suspendería las operaciones clave en el aeropuerto para la entrega de suministros humanitarios", ha sostenido.
"Dado que la motivación de las autoridades de Adís Abeba para permitir una ayuda limitada a Tigray es fundamentalmente política y no humanitaria, su instinto es hacer política con la ayuda humanitaria, incluso cuando hay millones de vidas en juego", ha criticado.
En este sentido, ha recordado que el grupo "comunicó de forma consistente el elevado riesgo de que el aeropuerto cesara sus operaciones con los socios humanitarios debido a la escasez de combustible" y ha cargado contra Etiopía por "la prohibición casi total" al envío de combustible a la región.
"Sin combustible, las agencias de ayuda no pueden distribuir productos alimentarios y no alimentarios que necesitan urgentemente", ha manifestado, antes de acusar a las autoridades etíopes de "Impulsar una narrativa ficticia" y "no tener intención de participar de buena fe en los esfuerzos par resolver el problema".
"El gobierno de Tigray está haciendo todo lo posible para garantizar el reinicio de los servicios en el aeropuerto, mientras que las autoridades de Adís Abeba participan en aquello en lo que son mejores: propagar afirmaciones totalmente falsas y difamar al pueblo y el gobierno de Tigray", ha manifestado.
De esta forma, el TPLF ha hecho hincapié en que "es un caso obvio de inversión moral en la que el culpable acusa a la víctima" y ha pedido a la comunidad internacional que "vea a través de este subterfugio transparente y adopte medidas apropiadas para rectificar la situación".
"Como es habitual, las autoridades de Adís Abeba derraman lágrimas de cocodrilo por el sufrimiento de la gente de Tigray y pretenden que no tienen nada que ver con este sufrimiento, cuando en realidad son los principales responsables del sufrimiento de los tigrayanos", ha zanjado.
Las acusaciones del Gobierno etíope llegaron en una jornada en la que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó de que podría quedarse sin fondos en un mes ante el empeoramiento de la crisis humanitaria en Etiopía a causa del conflicto, el cambio climático y el aumento de los precios de los productos básicos.
El conflicto en Etiopía estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo. En la actualidad hay en vigor una "tregua humanitaria", si bien ambas partes se han acusado de impedir la entrega de ayuda.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.