MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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La institución monetaria ha justificado que con esta decisión la postura de la política monetaria se ajusta a la trayectoria requerida para que la inflación converja hacia su objetivo del 3% dentro del horizonte de pronóstico.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor cerró la primera quincena de junio con un nivel interanual del 7,88%, al tiempo que la subyacente alcanzó un 7,47%, niveles no observados en dos décadas. De su lado, sus expectativas para 2022 y 2023 han vuelto a incrementarse "de manera importante".
En cuanto a las de medio y largo plazo, para la inflación general ha aumentado de forma ligera, mientras que para la subyacente se ha mantenido estable, aunque en niveles superiores a la meta.
Los banqueros centrales han evaluado la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación y sus determinantes, así como el riesgo de que se "contaminen" las expectativas de medio y largo plazos la formación de precios.
Asimismo, la institución ha considerado los mayores retos para la conducción de la política monetaria ante las más ajustadas condiciones financieras globales, un entorno de "acentuada incertidumbre", las presiones inflacionistas ligadas a la guerra en Ucrania y el resurgimiento de casos de coronavirus en China, además de nuevos episodios de mayores presiones inflacionistas.
De cara a las próximas reuniones, la Junta de Gobierno tiene la intención de seguir aumentando la tasa de referencia y valorará actuar con la misma contundencia en caso de que la situación así lo requiera.