MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
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El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha atribuido estos datos, una drástica subida en comparación con los 1,47 millones de plazas requeridas en 2022, al impacto humanitario de la pandemia de COVID-19, la prolongación de crisis de desplazamiento y la aparición de otras nuevas.
Con este programa de reasentamiento, ACNUR pretende responder a las necesidades de refugiados que no están suficientemente protegidos en los lugares donde se encuentran. Sólo en África, se necesita atender a más de 662.000 personas, por encima de las casi 464.000 correspondientes a la región de Oriente Próximo y el norte de África.
Por países, los refugiados sirios son por séptimo año consecutivo los más representados en esta lista --casi 778.000--, hasta el punto de que la ONU quiere trasladar a más de 417.000 personas que viven actualmente en Turquía. La portavoz de la agencia, Shabia Mantoo, ha recordado que "la crisis de refugiados Siria sigue siendo la mayor del mundo".
A los refugiados sirios les siguen por número los de Afganistán, unos 274.000 según ACNUR, mientras que también se registran cifras alas en el caso de República Democrática del Congo (190.000), Sudán del Sur (118.000) y Birmania (114.000).
Sin embargo, las necesidades generales no van siempre de la mano de una mayor respuesta internacional, ya que en 2020 los reasentamientos cayeron a un mínimo histórico, de apenas 22.800, y en 2021 no alcanzó los 40.000.
ACNUR confía en que los gobiernos puedan plantear compromisos "predecibles y plurianuales", al tiempo que reclama una mayor "flexibilidad", para que la agencia pueda actuar de forma más ágil ante necesidades urgentes.