FROMBERG, Montana, EE.UU. (AP) — Mientras las autoridades se apresuran a reabrir el Parque Nacional Yellowstone a los turistas esta semana luego de inundaciones sin precedentes en el sur de Montana, algunos de los más afectados por el desastre viven lejos de los reflectores del parque y dependen en buena medida uno del otro para recuperar sus vidas del fango.
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Dentro y en las inmediaciones de la comunidad agrícola de Fromberg, el río Clarks Fork inundó casi 100 viviendas y dañó severamente un importante canal de riego que da servicio a varias granjas. El alcalde del pueblo dijo que alrededor de la tercera parte de las residencias anegadas quedaron como pérdida total.
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No muy lejos de la cuenca, la casa rodante de Lindi O'Brien estaba lo suficientemente elevada para evitar daños mayores. Pero el agua entró en sus graneros y cobertizos, perdió algunas aves de corral y vio como la casa de sus padres, fallecidos recientemente, quedó anegada por varios centímetros de agua.
Funcionarios electos que recorrieron la zona afectada en Red Lodge y Gardiner, localidades turísticas de Montana que sirven de entrada a Yellowstone, no han llegado hasta Fromberg para ver su devastación. O'Brien dijo que no sorprende la falta de atención, considerando que la localidad se ubica fuera de las principales vías turísticas.
Aseguró que no está resentida, pero sí resignada a la idea de que si Fromberg ha de recuperarse, sus casi 400 residentes tendrán que hacer buena parte del trabajo ellos mismos.
“Nos cuidamos la una a la otra”, dijo O'Brien, mientras ella y sus dos viejas amigas, Melody Murter y Aileen Rogers, buscaban entre los fangosos restos de su propiedad. O'Brien, maestra de artes en una escuela local, había estado arreglando la casa de sus padres con la esperanza de convertirla en una propiedad de renta vacacional. Ahora no está segura de que pueda rescatar algo.