Miles de personas marcharon el sábado por el centro de Londres para protestar contra el aumento del costo de la vida en Gran Bretaña. La multitud exigió al gobierno que haga más por ayudar a las personas que se enfrentan recibos y otros gastos que aumentan más rápidamente que sus salarios.
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha sido criticado por su lentitud al responder a la crisis del costo de la vida. La inflación en Gran Bretaña y en toda Europa se ha disparado, debido a que la invasión rusa de Ucrania ha reducido el suministro de energéticos y alimentos básicos, como el trigo. Los precios ya estaban subiendo antes de la guerra, ya que la recuperación económica mundial tras la pandemia del COVID-19 se tradujo en una fuerte demanda de los consumidores.
Los manifestantes portaban letreros con mensajes como “Recorta la guerra, no el bienestar”. Abuchearon cuando pasaron por el número 10 de Downing Street, la residencia del primer ministro, según vídeos publicados en las redes sociales. Ben Robinson, que trabaja para una organización benéfica de vivienda en el barrio londinense de Brixton, dijo que el gobierno no se da cuenta de lo que empeorarán las cosas para los pobres.
“Tenemos residentes que vienen a nuestras oficinas que están eligiendo entre alimentar a sus propios hijos, no a ellos mismos, a sus hijos, y pagar el alquiler y la calefacción”, comentó. “Esa no es una elección a la que nadie debería enfrentarse en la cuarta economía más grande del mundo”.
El TUC, una organización que agrupa a los sindicatos y que organizó la protesta, informó que su investigación indica que los trabajadores han perdido efectivamente un total de casi 20.000 libras (24.450 dólares) desde 2008 porque el salario no ha seguido el ritmo de la inflación.
El gobierno de Johnson se enfrenta a una fuerte presión para que haga más por ayudar a los británicos que luchan contra el alza de los precios de los combustibles y los alimentos, así como de las facturas de energía doméstica. En un ejemplo de la crisis para las finanzas de los hogares, una firma de datos dijo que el costo promedio de llenar el tanque de un coche familiar típico supera las 100 libras (125 dólares).