MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
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Hace cinco años la asistencia fue del 19,24 en la Francia continental y en esta ocasión todo apunta a que la abstención volverá a ser decisiva para los resultados. Cuanto menor sea la participación, menos posibilidades de que se decida la elección en primera vuelta, ya que además de lograr el 50 por ciento de votos, es necesario que la participación alcance el 25 por ciento.
La votación de este domingo se produce siete semanas después de la victoria del centrista Emmanuel Macron en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Macron se impuso a la ultraderechista Marine Le Pen con un 28,01 opr ciento de abstención, una cifra inédita desde la elección de Georges Pompidou en 1969.
Ahora la izquierda se ha movilizado en la coalición Nueva Unión Popular Ecologista y Social (conocida como Nupes) y aspira a evitar una nueva mayoría del partido La República En Marcha de Macron para forzar lo que tradicionalmente se conoce en Francia como cohabitación: un presidente de un partido y un gobierno de signo distinto apoyado en una mayoría legislativa.