MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
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La llamada fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se ha convertido en un azote para los ganaderos del país. El virus, que registra una tasa de mortalidad máxima del 40% en los peores escenarios, se propaga especialmente a través de las reses hasta el punto de que los carniceros también corren especial peligro de contagio.
"Desde principios de año, se han registrado 162 casos de fiebre hemorrágica, incluidas 27 muertes. La mitad de los afectados ya se han recuperado", ha declarado portavoz del Ministerio de Salud, Seif al Badr, en declaraciones recogidas por la agencia INA.
La mayor parte de los casos, 61, en Dhi Qar, una provincia pobre y rural del sur del país donde se crían bovinos, ovinos y caprinos, animales que son todos huéspedes intermediarios de la fiebre hemorrágica.
Recientemente el gobernador de Bagdad, Mohamad Jaber Al Atta, había anunciado la formación de una sala de operaciones conjuntas para desarrollar planes urgentes de concienciación para frenar la propagación de la fiebre, después de que las autoridades decidieran elevar a mediados de mayo el nivel de alerta sanitaria en todo el país.