LA PAZ, Bolivia (AP) — La alegría, las manifestaciones de fe y el colorido de miles de bailarines retornaron el sábado a las calles de la ciudad de La Paz, al celebrarse la mayor fiesta religiosa andina en Bolivia que estuvo suspendida los últimos dos años debido a la pandemia.
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La entrada de danzas folclóricas en honor al Señor Jesús del Gran Poder estrenaba su título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad otorgado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
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“Estoy volviendo... a bailar por el Tatita (Señor Jesús del Gran Poder). Gracias por todo lo que me ha dado”, dijo a The Associated Press Carlos Gonzáles, un bailarín de 38 años que trabaja de vendedor de electrodomésticos.
Gonzáles bailó “La morenada”, una danza típica nacida en el altiplano que se inspira en la trata de esclavos en la región andina durante la colonia y cuya influencia se ha extendido a Perú, Chile y Argentina en las últimas décadas.
“Es el desahogo de mucha gente. El haber salido de esta pandemia que se ha llevado a muchas personas amigas... Es una alegría y una emoción", destacó Nancy Aguilar, una espectadora.
Este año para evitar los contagios de COVID-19 se exigió que los más de 60.000 bailarines de 73 fraternidades y 4.000 músicos estén vacunados contra la enfermedad. También se instó a seguir utilizando las mascarillas como precaución.
“Esta fiesta nos la merecemos, mucho más en homenaje a nuestro Señor que nos protegió y permitió estar vivos”, dijo a los medios locales el alcalde Iván Arias.
La festividad religiosa mueve la economía de muchos artesanos, músicos, vendedores, entre otros. Al paso de los años se ha convertido en un icono cultural de la ciudad, pero también en una fiesta que mezcla códigos religiosos y elementos de ascenso social. Las fraternidades ostentan a través del baile poder económico de una burguesía emergente de rostro mestizo, según los especialistas.
La festividad tiene lugar en medio de un incremento en los contagios de coronavirus, que en el país andido ha causado más de 21.000 muertes, según las autoridades.