MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
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Este episodio recuerda así a lo ocurrido en la planta siderúrgica de Azovstal, ubicada en la ciudad portuaria de Mariúpol y último bastión de las fuerzas ucranianas en la zona. Finalmente, Rusia tomó las instalaciones a finales de mayo tras la renuncia del grupo paramilitar Batallón Azov a seguir combatiendo.
"Un pequeño grupo de formaciones ucranianas en el territorio de la planta química de Azot ya no pueden abandonar las instalaciones. Todas las rutas de escape les han sido cortadas", ha informado en sus redes sociales el embajador de la RPL en Moscú, Rodion Miroshnik.
Miroshnik ha señalado que hay un grupo de soldados ucranianos que está intentando ponerse en contacto con las fuerzas rusas y las de Lugansk para presentar "algunas condiciones" para levantar el sitio, según recoge la agencia rusa de noticias Interfax.
Sin embargo, el representante diplomático de la RPL ha advertido de que Rusia y Lugansk no aceptarán ningún tipo de condición que no pase por la entrega del armamento y la rendición de los ucranianos de la planta.
A comienzos de junio el gobernador regional de Luganks, Sergei Gaidai, cifró en cerca de 800 las personas que se refugiaban en las instalaciones de la planta química, sin embargo Miroshnik no se ha aventurado a confirmar la cifra de los ucranianos que se protegen en Azot.
Las milicias de Lugansk confirmaron hace ya más de diez días el inicio del "asalto" a Severodonetsk en colaboración con el Ejército ruso.
La localidad es el último bastión de la autoproclamada república de Lugansk bajo aún sigue bajo control ucraniano. Si la ofensiva continúa y la ciudad es ocupada completamente por las tropas rusas, supondría un hito para Rusia.