MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
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Las autoridades de Rusia han pedido este viernes "no interferir" en el sistema judicial de la autoproclamada república de Donetsk, en el este de Ucrania, tras la condena a muerte a dos ciudadanos británicos y un marroquí acusados de participar en la guerra de Ucrania en favor del bando ucraniano.
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El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha señalado que los "crímenes cometidos por mercenarios extranjeros en el territorio han sido considerados por las autoridades de Donetsk de acuerdo a la legislación local".
"En este momento se están llevando a cabo todos los procesos debidos siguiendo la legislación de la república dado que estos crímenes han sido cometidos en dicho territorio", ha aseverado, según informaciones de la agencia de noticias Interfax.
En este sentido, ha afirmado que "todo lo demás está sujeto a especulación". "No interferiría con el trabajo del sistema judicial de Donetsk", ha aseverado. La Justicia de Donetsk ha condenado a muerte a Sean Piner, Aiden Aslin y Sadun Brahim, capturados por las tropas rusas en el marco de la guerra y quienes reconocieron el miércoles parte de los delitos que se les atribuían.
La sentencia ha sido rechazada por organismos internacionales y pronto recibió la crítica del Gobierno británico, que señaló que los prisioneros de guerra no deben ser procesados por participar en las hostilidades.
En respuesta a esto, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, ha señalado que los procesados son mercenarios, con lo que no podrían acogerse al estatus internacional de prisioneros de guerra.
"Los mercenarios enviados por Occidente para ayudar al régimen nacionalista de Kiev no son combatientes según el Derecho Internacional humanitario y no tienen derecho al estatus de un prisionero de guerra", ha explicado Zajarova.
Por otro lado, la portavoz ha señalado que Rusia instó a Reino Unido a trasladar sus quejas por la sentencia directamente a las autoridades de Donetsk, si bien más tarde ha señalado que las autoridades británicas "no mostraron iniciativas al respecto, a pesar de las solicitudes de los familiares de los mercenarios".
Poco después del inicio de la guerra, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, impulsó la Legión de Defensa Territorial de Ucrania, un destacamento mediante el cual Kiev buscaba engrosar sus filas con voluntarios internacionales.
Según las autoridades rusas, casi 7.000 extranjeros procedentes de más de 60 países se han unido a las fuerzas ucranianas para participar en el conflicto desde su inicio a finales de febrero, hace ya más de cien días.
Rusia dice que poco más de mil de estos "mercenarios extranjeros" fueron apresados, mientras que cerca de unos 400 estuvieron atrapados durante el asedio a la planta siderúrgica de Azovstal.