WASHINGTON (AP) — El gobierno del presidente Joe Biden informó el miércoles que una escasez de fondos lo está obligando a redirigir más de 10.000 millones de dólares en ayuda contra el coronavirus, mientras trata de conseguir recursos frescos para asegurar la próxima generación de vacunas y tratamientos para algunos estadounidenses de alto riesgo.
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La Casa Blanca dijo que se vio obligada a hacer las compensaciones, que calificó de “inaceptables”, debido a la inacción del Congreso.
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Alegó que no le quedó “otra opción” que reducir los pedidos de pruebas rápidas para el hogar, que han permitido la fabricación nacional de pruebas de diagnóstico fáciles. También está reduciendo los fondos para la investigación y el desarrollo de nuevas vacunas contra el COVID-19 y limitando los pedidos de equipo de protección personal (EPP), en un esfuerzo por mantener algunas reservas de vacunas y tratamientos para los estadounidenses mientras se acerca el invierno.
Incluso entonces, agregó la administración del presidente demócrata, únicamente habrá suficiente dinero disponible para darle tratamientos y vacunas a algunas personas. Pidió al Congreso que le proporcione dinero suficiente para asegurar dosis para todos los que pudieran quererlas o necesitarlas.
“El gobierno tiene que actuar porque el Congreso no lo hará”, lamentó la Casa Blanca en un comunicado. “Estas compensaciones a las que nos hemos visto obligados debido al Congreso tendrán consecuencias graves en el desarrollo de vacunas, terapias y diagnósticos de próxima generación, la capacidad de producción nacional de vacunas, el almacenamiento de EPP y la adquisición de pruebas y suministros de prueba para los centros de salud comunitarios y los calificados federalmente”.
No quedó claro de inmediato qué vacunas y tratamientos busca asegurar el gobierno con la financiación limitada, por ejemplo, si la administración estaba haciendo pedidos de posibles vacunas multivalentes que protegerían contra la cepa original de COVID-19 y ofrecerían protección específica contra algunas variantes.
La Casa Blanca tampoco dijo cuántas dosis de vacunas se adquirirían, citando requisitos de contratación por falta de claridad.
El poder ejecutivo dijo que los movimientos anunciados el miércoles significarán el redireccionamiento de 5.000 millones de dólares para comprar vacunas contra el COVID-19 para el otoño, 4.900 millones para 10 millones de cursos de tratamiento antiviral oral Paxlovid y 300 millones para la compra de tratamientos adicionales con anticuerpos monoclonales.