MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
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Al igual que otras misiones planetarias de la NASA, Ingenuity presenta una buena cantidad de redundancia en sus sistemas. Tiene una unidad de medida inercial (IMU) que mide aceleraciones y velocidades angulares de ascenso y descenso en tres direcciones. Además, hay un telémetro láser que mide la distancia al suelo. Finalmente, el helicóptero tiene una cámara de navegación. Da evidencia visual de dónde está Ingenuity durante el vuelo o en tierra.
Un algoritmo toma datos de estos instrumentos y los usa durante el vuelo. Pero necesita conocer la actitud de balanceo y cabeceo del helicóptero, y eso es lo que proporciona el inclinómetro. Como falló, el equipo tuvo que encontrar una manera de hacerse pasar por el inclinómetro, explica Havard Grip, piloto jefe de Ingenuity, en el blog de la misión.
Para resolverlo, aplicaron un parche de software al código que se ejecuta en la computadora de vuelo de Ingenuity. Intercepta lo que Grip describe como "paquetes basura" de datos y los reemplaza con buenos datos. Esencialmente, los controladores de vuelo engañaron a los algoritmos de navegación del helicóptero para que pensaran que los datos que tenían provenían del inclinómetro.
Según informa Universe Today, sorprendentemente, el equipo de vuelo anticipó que podría surgir algún problema como este y escribió el parche de software antes de tiempo. Ahora lo están aplicando y probando para asegurarse de que el parche hará lo que se supone que debe hacer. Si funciona, en unos pocos días marcianos, Ingenuity podría estar listo para el Vuelo 29.