MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
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"A día de hoy no hay duda de que Ruanda ha apoyado al M23 para que agreda a RDC", ha manifestado, antes de agregar que el armamento incautado al grupo durante los combates apunta a un respaldo de Kigali, si bien ha expresado su deseo de que ambos países puedan resolver sus diferencias, según ha informado la emisora congoleña Radio Okapi.
"Reitero la voluntad de RDC para no vivir como perros de pelea con los vecinos", ha apuntado Tshisekedi, quien además ha dado las gracias a sus homólogos de Angola y Senegal, Joao Lourenço y Macky Sall --quien es además presidente de turno de la Unión Africana (UA)--, respectivamente, por sus esfuerzos de mediación.
Asimismo, ha resaltado que desde su llegada al poder "envió un mensaje muy claro a países amigos y vecinos". "Fue un mensaje de paz, un mensaje de solidaridad para que podamos unirnos para hacer frente a las dificultades en el mundo y en nuestros países", ha detallado, tal y como ha recogido el portal de noticias Actualité.
"El hecho de querer la paz, la fraternidad y la solidaridad no es un signo de debilidad, es algo que hay que saber. La RDC que dirijo y que quiero ver es una en la que reine la paz, la seguridad y la hospitalidad, lo que no debe suponer una ocasión para que los vecinos vengan a provocarnos", ha explicado. "Espero que Ruanda haya aprendido la lección", ha zanjado.
El ministro de Exteriores ruandés, Vicent Burita, rechazó recientemente desde Guinea Ecuatorial las acusaciones "infundadas" de RDC y recalcó que es necesario abordar los problemas para evitar "un círculo vicioso de conflictos no deseados y destructivos", al tiempo que acusó a RDC de dar apoyo al grupo armado Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en el país africano.
El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en esta zona del país, a pesar de que procedió a su desmovilización hace más de ocho años tras combates con el Ejército.
Las autoridades congoleñas y el M23 firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012 con el Ejército, que contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas. Expertos de la ONU acusaron a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo negaron.
