MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
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Los atentados, perpetrados los días 1 y 3 de junio, se cobraron las vidas de dos cascos azules de nacionalidad egipcia y uno de nacionalidad jordana, además de provocar diversos heridos.
El ataque del miércoles mató a un 'casco azul' e hirió a otros tres en un asalto perpetrado contra un convoy logístico en los alrededores de la ciudad de Kidal (en el norte del país). Dos días después, los otros dos cascos azules fallecieron y un tercero resultó herido a causa de un ataque cerca de la ciudad de Douentza, en el centro del país.
Ningún grupo ha asumido hasta el momento la responsabilidad de los atentados en un país, ahora mismo, extremadamente volátil, bajo los designios de una junta militar que se ha ido desvinculando de las fuerzas de paz occidentales para estrechar sus vínculos con Rusia a través del grupo de mercenarios Wagner.
"El Gobierno de España desea trasladar sus condolencias a los familiares de los fallecidos, a Naciones Unidas y a los gobiernos de Egipto y Jordania y expresa el deseo de que los heridos se recuperen lo antes posible", indica el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
España "hace un llamamiento a las autoridades de transición de Malí para que se investiguen los hechos y los responsables sean llevados ante la justicia", añade la nota.
En último término, España también expresa su preocupación por "el grave deterioro de la situación de seguridad y humanitaria en el Sahel y reitera su firme compromiso con la lucha contra la amenaza terrorista en la región".
