SEÚL, Corea del Sur (AP) — El portaaviones estadounidense Ronald Reagan concluyó el sábado su participación en maniobras navales con Corea del Sur en el mar de Filipinas, informaron las fuerzas armadas de ambos países, en medio de indicios de que Corea del Norte podría estar preparándose para efectuar su primera prueba nuclear desde 2017.
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Las maniobras de tres días que comenzaron el jueves en aguas internacionales frente a la isla japonesa de Okinawa fueron al parecer las primeras conjuntas en que toma parte un portaviones estadounidense desde noviembre de 2017.
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El Ronald Reagan se había sumado al Theodore Roosevelt y al Nimitz en unos ejercicios militares en que rara vez participan tres portaaviones con buques de guerra surcoreanos durante la anterior tanda provocativa de pruebas tanto nucleares como de misiles balísticos efectuadas por Corea del Norte.
Las maniobras navales más recientes tuvieron lugar semanas después que el presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo surcoreano Yoon Suk Yeol se comprometieran durante una cumbre en Seúl a actualizar los ejercicios de defensa y a examinar las opciones de Washington para proteger a su aliado ante las crecientes amenazas de Corea del Norte.
La Séptima Flota de la Marina de Guerra de Estados Unidos indicó que las maniobras tuvieron como propósito reforzar la interoperabilidad de las fuerzas navales de ambas naciones.
El viernes, el enviado especial de Biden para Corea del Norte, Sung Kim, dijo que Washington se está “preparando para todas las contingencias” en estrecha coordinación con Corea del Sur y Japón mientras vigila los preparativos de Corea del Norte ante la posibilidad de que efectúe una prueba nuclear.
Kim, que se encontraba en Seúl para asistir a una reunión trilateral con sus contrapartes de Corea del Sur y Japón a fin de discutir la crisis nuclear con Pyongyang, detalló que Washington considera que Corea del Norte continúa avanzando en sus preparativos en su sitio de pruebas atómicas en la localidad nororiental de Punggye-ri.
La próxima prueba sería la séptima de Corea del Norte desde 2006 y la primera desde septiembre de 2017, cuando el gobierno norcoreano afirmó haber detonado una bomba termonuclear para colocarla en sus misiles balísticos intercontinentales.