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Cerca de 1.900 escuelas ucranianas han sido atacadas tras 100 días de guerra

Save the Children ha alertado de que más escuelas en Ucrania han sufrido daños y han sido destruidas en los últimos casi 100 días que en los primeros siete años tras el estallido de los combates en 2014.

Mariia huyó de Donetsk con su madre, su hermano de seis años y su gato cuando se intensificaron los combates cerca de su ciudad natal. SAVE THE CHILDREN (SAVE THE CHILDREN/Europa Press)

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MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

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En concreto, al menos 1.888 centros escolares han sido atacados desde que el conflicto se intensificó el 24 de febrero, según el Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania, lo que supone más del doble de la cantidad de ataques de este tipo registrados en el este de Ucrania entre 2014 y 2021, cuando unos 750 colegios resultaron dañados, destruidos u obligados a cerrar.

Un total de 180 escuelas han sido totalmente destruidas, lo que equivale a una de cada diez escuelas atacadas este año; y 1.708 han sufrido algún daño, encontrándose más de la mitad en el este de Ucrania. La guerra ha interrumpido la educación de los 7,5 millones de niños y niñas que vivían en Ucrania a principios de este año.

Para el director general de Save the Children en España, Andrés Conde, el hecho de que Ucrania se enfrente a "ataques récord" en las escuelas "debería indignar" a toda la comunidad internacional. "El riesgo para las vidas y el futuro de los niños y las niñas aumenta con cada nuevo día de guerra. Esta guerra debe terminar ya", ha sentenciado.

El bombardeo en Ucrania ha obligado a más de 6,8 millones de personas a huir del país en los últimos casi 100 días, alrededor de la mitad de ellos menores de 18 años, es decir, una media de 33.500 niños al día.

MARIIA, NIÑA UCRANIANA DESPLAZADA: "VIVIMOS EN UN AMBIENTE DIFERENTE"

Sin embargo, muchos miles de niños ucranianos como Mariia, de 13 años, son desplazados internos y están utilizando las escuelas que siguen en pie como refugios ante la violencia. Mariia huyó de Donetsk con su madre, su hermano de seis años y su gato cuando se intensificaron los combates cerca de su ciudad natal.

La familia viajó durante dos días en tren a Lviv y siguieron hasta encontrar una escuela donde pudieron refugiarse con seguridad. "Cuando salimos de nuestra región de origen, me alegré de que no escucháramos esas explosiones. Sin embargo, estaba triste porque nos íbamos de casa, de nuestro piso, ahora vivimos en un ambiente diferente, hay mucha gente aquí. Todo ha cambiado", dijo Mariia.

Ella y su familia han estado viviendo en un aula y compartiendo baños con otras 60 personas en una escuela de Chernivtsí, al oeste de Ucrania, desde abril. Si continúan los ataques a los centros educativos, los niños y las niñas como Mariia seguirán siendo las personas más afectados por la guerra.

Save the Children advierte de que un solo ataque no solo puede causar daños devastadores a la infancia, física y emocionalmente, sino también privar a cientos de estudiantes de la oportunidad de recibir una educación adecuada. En algunas ocasiones, se están destruyendo los únicos lugares de aprendizaje de una comunidad.

Aunque la educación es una prioridad para los niños y sus familias, con frecuencia es el primer servicio que se suspende y uno de los últimos en reanudarse. Un informe de Save the Children publicado en 2019 para el cual se entrevistó a más de 1.200 niños y niñas en seis países afectados por conflictos armados determinó que casi uno de cada tres (29%) deseaba ir a la escuela por encima de todo.

EDUCACIÓN A DISTANCIA TRAS EL CIERRE DE CENTROS EN UCRANIA

Actualmente, todos los centros educativos en Ucrania están cerrados. Sin embargo, la ONG ha ayudado a las autoridades ucranianas a mejorar el sistema de aprendizaje online del país para que niños como Lev, de 11 años, aún tengan acceso a educación a distancia.

"El hecho de que las escuelas en Ucrania hayan sido bombardeadas con el doble de frecuencia en los últimos 100 días que en los siete años de conflicto anteriores a esta escalada es muestra del nivel de violencia actual", añade Conde, destacando que cada ataque a una escuela "es un ataque hacia la infancia, al igual que todas las guerras son guerras hacia la infancia".

En este contexto, Save the Children ha hecho un llamamiento a todas las partes del conflicto para que cesen los ataques y las amenazas contra las escuelas y se abstengan de cualquier uso militar de las instalaciones educativas, ya que la presencia de fuerzas militares u otros grupos armados en las escuelas "daña las instalaciones, interrumpe la educación de los estudiantes y puede provocar ataques de las fuerzas opuestas".

En España, la organización ya ha recogido más de 130.000 firmas para pedir a las partes la resolución inmediata del conflicto e insta a seguir presionando aumentando esta cifra.

Dado que es difícil predecir cuánto va a durar la guerra, la ONG considera que todos los niños refugiados de Ucrania "deben estar plenamente escolarizados con el resto del alumnado del sistema educativo español en el curso 2022-2023, a partir de septiembre", debido a que, a su juicio, las clases online habilitadas por el gobierno ucraniano y que están siguiendo los niños refugiados en varias comunidades autónomas "no pueden asegurar las garantías de calidad, la interacción social con sus pares y otros beneficios de la escuela presencial".

Asimismo, Save the Children considera que el verano es un momento "crítico" a aprovechar e insta al Ministerio de Educación y a las consejerías de educación de las comunidades autónomas a que organicen clases preparatorias durante el verano para los niños refugiados procedentes de Ucrania, tanto de lengua española como de refuerzo de competencias y apoyo psico-social. Para ello, pide que se aprovechen los fondos europeos del mecanismo CARE (Cohesion's Action for Refugees in Europe CARE).

En Ucrania, la ONG está entregando kits educativos para que los niños sigan aprendiendo allá dónde se encuentren, así como está distribuyendo juguetes y herramientas educativas a los niños que se refugian en estaciones de tren y metro para mantenerse a salvo del conflicto.

La organización también está trabajando con el Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania, las autoridades locales y sus socios en terreno para establecer Centros de Aprendizaje Digital en refugios en todo el país. Estos lugares ofrecen espacios seguros para que los niños y las niñas accedan a dispositivos o usen los suyos propios para continuar aprendiendo.

Con la ayuda de socios locales, Save the Children está proporcionando refugio, alimentos, dinero en efectivo, combustible, apoyo psicológico, kits de higiene y material para bebés a las familias desplazadas.

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