“No hay memoria tan precisa, tan vívida y evocadora como la que se recupera a través del olfato, y va tan unida a las sensaciones que se experimentaron junto al olor”, Legado en los huesos (2013). Esta frase del libro de la escritora española Dolores Redondo, resume la importancia de la fragancia para cualquier tipo de actividad o característica en la vida.
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Posiblemente te invada la gran duda sobre qué rayos tienen que ver la literatura con los olores o la industria de la perfumería, sin embargo y aunque te cueste creerlo, las similitudes existen y están más que comprobadas. En honor a un nuevo aniversario del nacimiento de los escritores argentinos Julio Cortázar (nacido en Bélgica un 26 de agosto) y Jorge Luis Borges (24 de agosto), nos atrevemos a tocar un tema muy poco común, pero sin dudas, interesante.
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Olor literario
La mente, creatividad y el poder de concentración juegan un papel primordial para que mediante la lectura podamos tener la gran posibilidad de teletransportarnos a otros mundos de acuerdo a una novela o temática que se esté disfrutando. La literatura nos ha regalado diversas historias de notables escritores que han marcado a millones de lectores por distintas conclusiones, como, por ejemplo, las sensaciones olfativas.
Con respecto a personajes latinoamericanos, los que llegaron a leer a Borges es posible que sintieron en algún momento el olor a mate, o con Cortázar algo parecido, pero a café o sudor de jazz. Y si citamos al colombiano Gabriel García Márquez, con su novela “El amor en tiempos de cólera” el aroma a selva, ríos y almendras amargas se destacaron en el imponente relato.
Si leíste la famosa historia de Moby Dick, es imposible no sentir el aroma de mar, mariscos y sal, al igual a las fragancias de tabaco en los relatos de Sherlock Holmes e incluso, en cualquier novela o cuento del alemán-estadounidense, Charles Bukowski, en la que se destaca los olfatos a whisky, vino y cerveza en miles de bares nocturnos y de mala muerte alrededor del mundo.
Olfato vs tecnología
Cada página tiene su particular olor, variando muchas veces por el tiempo de su creación o el uso del mismo. Son muchas las personas que automáticamente al comprar un libro de manera inconsciente olfatean el producto, como si su olor determinara la calidad del contenido.
Es cierto también que el papel puede causar hongos y presencia de algún insecto debido al polvo acumulable por desuso, por eso, existe en el mercado diversos perfumes exclusivos para el mantenimiento de los libros y bibliotecas. No obstante, y con el pasar de las tecnologías, estas cualidades olfativas han perdido un poco su protagonismo debido a que muchas personas ahora prefieren leer de forma digital para evitar el tema de la limpieza, disminución de espacio o por simple comodidad.
¿Quieres saber los nombres y características de los perfumes para el mantenimiento de los libros? En la próxima entrega sobre aromas te daremos varias opciones que te pueden ser muy útil.